Protesta vecinal ante el Museo Piñole: «No tiene sentido tener la colección rodando de un sitio para otro»
Un centenar de personas secundaron una protesta de la asociación de la zona Centro, la federación vecinal y el Ateneo Obrero para pedir que no se traslade el Museo hasta que su nueva sede sea una realidad
'Piñole sí', 'Cierre no', rezaban los folios que portaban varios de los participantes en la concentración que tuvo lugar este martes frente al Museo Nicanor Piñole para manifestar su rechazo a la salida de la colección del pintor de esta instalación hasta que no esté disponible el nuevo edificio que se pretende construir para albergarla junto a Tabacalera. '¡Piñole sí, cierre no!', concluía también el manifiesto que leyó la presidenta de la asociación vecinal Jovellanos de la zona Centro, Maite Martín, convocante del acto junto a la federación vecinal de la zona urbana (FAV) y el Ateneo Obrero de Gijón. Los asistentes rondaron el centenar, con una nutrida representación política de la izquierda, con los portavoces municipales de PSOE (Carmen Eva Pérez), IU (Javier Suárez Llana) y Podemos (Olaya Suárez), además de varios concejales socialistas más y cargos orgánicos, entre ellos la vicesecretaria general del PSOE de Gijón, Begoña Fernández, y la portavoz de Podemos Xixón, Alejandra Tejón. También acudió a la convocatoria el cronista oficial de la Villa, Luis Miguel Piñera.
«No nos oponemos al traslado de la colección en el futuro, pero sí a que el legado de Piñole ande rodando y dando vueltas de un sitio a otro hasta que esté listo su emplazamiento definitivo», explicó Martín en referencia al plan municipal de organizar una exposición temporal en el Palacio de Revillagigedo mientras avanza en la construcción del nuevo museo. «Lo que queremos es que cuando tengan hecho ese edificio la colección se traslade directamente desde aquí hasta allí», añadió, al tiempo que reclamaba que «el patrimonio público de los gijoneses no sea un juguete a disposición de caprichos y decisiones unilaterales de determinados grupos políticos».
Los convocantes creen que cerrar el Museo Piñole sin tener lista una nueva ubicación «expone este legado a riesgos innecesarios», por lo que piden al gobierno municipal «que recapacite y que no ejecute ningún traslado hasta que exista esa nueva sede, porque no entendemos cuál es la urgencia para desalojar ya el museo».
Añaden que «no existe ninguna garantía» sobre el tiempo que la exposición podría mostrarse en el Revillagigedo, «ya que pertenece a una fundación privada que en cualquier momento podría requerir el edificio para otros usos». Y también ponen en duda los plazos que maneja el gobierno municipal, y que pasan por tener listo el nuevo edificio en 2027. «Todos sabemos que en Gijón lo que en un principio son tres años luego pueden ser tres lustros», señaló Martín.
El presidente del Ateneo Obrero, Luis Pascual, no pudo acudir al coincidir con una reunión de la directiva, si bien en declaraciones a EL COMERCIO coincidió en que «las explicaciones que han dado hasta el momento ni nos convencen ni nos dejan tranquilos. Y no cuestionamos que el futuro emplazamiento sea digno para el Piñole, que será algo que también tenga que ver la comisión de seguimiento del legado, pero es necesario aplazar el traslado hasta que ese edificio esté disponible».