El PP quiere unir a la oposición para «frenar la deriva autoritaria de la alcaldesa»

«Es la réplica a una alcaldesa sectaria, que no defiende un bien de interés cultural. Quiere destrozar cualquier seña de identidad de la ciudad, pero no se lo vamos a permitir», sostuvo el diputad en la segunda recogida de firmas que organiza la formación, después de que el sábado lograran 1.200 firmas contra el final de los toros en apenas dos horas.

El PP, además, anunció ayer su intención de convocar a todos los partidos de la oposición a una reunión para intentar «frenar la deriva autoritaria de la alcaldesa». El presidente de los populares en Gijón, Pablo González, asegura que su partido utilizará todos los recursos que tenga a disposición para evitar «más ataques a los gijoneses y a aquello que forma la marca Gijón por parte de la izquierda más radical». El cambio de ubicación de la estación intermodal, el cierre al tráfico en el Muro y las restricciones en el entorno de El Molinón son, a juicio de los populares, un ejemplo de cómo «imponer una voluntad ideológica al interés general y al consenso político y social». Amenazan incluso con llevar la decisión a la justicia y «allá donde puedan para defendernos ante un nuevo ataque hacia la propia ciudad y ante el afán descontrolado por gestionar la vida y los sentimientos de los ciudadanos».

Los populares aseguran que presencial y telemáticamente han recogido más de 7.000 firmas contra la decisión de la alcaldesa de no renovar la concesión de la feria, lo que implica el fin de los toros en El Bibio.

«Hemos venido a defender la democracia. Y no solo el PP, también lo hacen las miles de voces cansadas del veto de quienes creen que el sillón de la alcaldía da derecho a silenciar a toda una ciudad e imponer sus dogmas ideológicos», aseguró el diputado Javier Brea durante la recogida de firmas. El jueves volverán a recoger firmas de 17 a 19 horas en la confluencia de la calle Corrida con la plaza del Carmen. Ayer, hasta hubo colas para firmar. «Nos gustan los toros y respetamos a quien no les gusta, pero ¿nos respetan ellos a nosotros?», aseguraba María Jesús Navarro mientras aguardaba su turno para sumarse a la campaña. Y Juan Riesgo, también aficionado, dijo estar «harto de prohibiciones».