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Trabanco y la sidrería La Maniega se llevan la palma en Gijón de Sidra
El premio 'Toda una vida' recaló en María Luisa Acera Fernández, muy emocionada al ser reconocida por sus 40 años al frente de los fogones de La Casona de Jovellanos
El Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Gijón albergó este martes la entrega de premios de la XV edición de Gijón de Sidra, que este año contó con la participación de 35 sidrerías de la ciudad y 17 llagares de toda Asturias. Hay varias categorías de premios, pero las más codiciadas son la de mejor sidrería y mejor sidra. En el primer apartado, se alzó con el triunfo La Maniega, siendo los finalistas Los Pomares y Sobiñagu. En cuanto a la mejor sidra, la vencedora fue Trabanco, elaborada por Llagar de Trabanco. Los finalistas fueron Contrueces (llagar Contrueces), G. Costales (Frutos), Muñiz (Muñiz), Trabanco (Trabanco) y Valdornón (Menéndez).
La mejor cazuela fue para Tururú Sidrería, por 'Crema de berza y su torrezno'; la mejor escanciadora, Jessica García, de Sidrería El Tendido; el mejor equipo sidrería-llagar, Cabañaquinta y Llagar Frutos; la sidrería más guapina, La Tonada de La Guía, y la sidra más prestosa, para Viuda de Angelón, de Llagar Viuda de Angelón.
Pero si hubo un momento emotivo fue cuando la organización reconoció toda una vida de dedicación, cocinando con corazón, a María Luisa Acera Fernández, que lleva 40 años al frente de los fogones de La Casona de Jovellanos. Fue una verdadera sorpresa para la veterana: «Luego reñiré un poco a mi hijo, porque yo iba a desayunar y me dijo 'ven, mamá, que igual nos toca lo de la cazuela' y me trajo para acá», pronunció, muy emocionada. «Toy contentísimo por ella, se lo merez», comentaban, a su paso, el resto de hosteleros presentes en la entrega de premios.
Otro tipo de ayudas
Iván de la Plata, director de Fenicia, empresa organizadora del evento, aprovechó la ocasión para despedirse del certamen después de 17 años al frente del mismo. «Han sido más de 15 años de mucha lucha por el mundo de la sidra y voy a seguir luchando, pero creo que ya desde otro lado», manifestó. «Lo que nos da Gijón de Sidra no nos lo da ningún otro evento, porque sentimos la cercanía y la pasión en chigres y llagares y eso es muy satisfactorio. Por eso vamos a intentar seguir desarrollándolo y aportar otro tipo de líneas y ayudas para potenciar el certamen», remarcó.
Bajo la premisa de que «nadie vende 100.000 botellas de sidra en una semana» y que «no hay nada tan artesanal como la sidra de un chigre», el director de Fenicia reivindicó la unión «tenaz y persistente» de chigres y sidrerías para «resistir, aguantar y potenciar su bebida sacra aunque sufra el acoso de otras bebidas». «Habrá noticias a lo largo de este año y que todo sea para bien. Hasta siempre», concluyó De la Plata.
