Los 12 'puntos negros' de Gijón

Uno de estos 'puntos negros' está en la avenida de la Constitución, en el cruce con Gaspar García Laviana, principalmente en la rotonda. Ya en 2019, el informe de la Fundación Línea Directa, que recopila las zonas urbanas con más accidentes, consideraba este lugar como el más conflictivo de toda la ciudad, además de uno de los más peligrosos de Asturias. Precisamente, en la avenida de Gaspar García Laviana localizan los vecinos de Pumarín la vía más problemática del barrio. «Es una vía de mucho tráfico en la que la gente no respeta los límites de velocidad», denuncia el presidente de la asociación Severo Ochoa, Esteban Calleja.

A esto se suma el gran número de intersecciones con otras vías, como la de la calle Severo Ochoa, una de las que más accidentes registra. «La señalización es correcta, pero necesitamos mayor presencia policial para controlar y sancionar a los infractores», señala Calleja. Otra calle que presenta problemas es Leoncio Suárez, en El Llano. «Comunica Gaspar García Laviana con Juan Alvargonzález, y tiene varias bocacalles, así hay que tener mucho cuidado al pasar porque es frecuente que se produzcan choques», explica el presidente de la asociación de vecinos El Fumeru, Ángel Díaz.

Barrios jóvenes, como el de Nuevo Roces, también muestran su preocupación por el riesgo de algunos cruces, como el de Ramón Gómez Lozana con Benito Otero. «Es una salida peligrosa que ya registró varios accidentes. Solicitamos la colocación de un espejo, pero el Ayuntamiento nos lo denegó», comenta Alejandro López, vocal de urbanismo de la asociación de vecinos .

El riesgo en los cruces de El Coto es bien conocido. «Uno de los peores es el de Leopoldo Alas con Manuel Junquera. Hay exceso de velocidad y falta visibilidad porque los coches aparcan en las esquinas», dice el presidente vecinal, Christian Guisado. No lejos de allí se sitúa uno de los giros más problemáticos de Viesques, el que permite el acceso desde Anselmo Solar a la calle Feijóo. «Es una rotonda controlada por semáforos, con preferencia para los coches que vienen de la plaza de toros. Así que cuando hay mucho tráfico acaba colapsando Anselmo Solar, ya de por sí muy saturada», explica Luis García, vicepresidente de la asociación vecinal. Mientras, en el cruce de las avenidas de La Costa y Castilla, los recientes cambios, como la instalación de un aparcamiento de motos acotado con bolardos, parecen haber reducido el número de choques. Sin embargo, aumentan las quejas por el paso de peatones regulado por semáforo, que ahora permite a los vehículos pasar en ámbar, «cosa que no hacen de manera adecuada, poniendo en peligro a la gente», asegura Tita Caravera, presidenta de asociación vecinal de La Arena.

En La Calzada ponen el foco en la intersección de las calles Martín y Manuel R. Álvarez, donde ya se han producido varias colisiones. «Allí confluye todo el tráfico proveniente de La Argentina hacia El Lauredal y Jove, y pasan todos los autobuses», destaca la presidenta de la asociación Alfonso Camín, Teresa Prada. Por su parte, Álvaro Tuero, presidente de la asociación Atalía de El Natahoyo, alerta del «riesgo de atropello que supone para los peatones cruzar la avenida de La Argentina a la altura de Laboratorios». Problemático también resulta el paso de peatones de Cabrales, a la altura del Ayuntamiento; o los de Escultor Sebastián Miranda, una de las salidas de Cimavilla que, «sobre todo en verano, se colapsa por el aumento del tráfico y peatones», comenta el presidente de la asociación de vecinos Gigia, Sergio Álvarez.

En El Polígono, en el cruce de Puerto Tarna y Puerto Ventana, en el acceso a Constitución, a la salida de los colegios el tráfico se satura, describe el líder vecinal, Manuel Cañete. En Tremañes, el mayor problema son «las retenciones kilométricas en el acceso al polígono industrial por Los Campones», recuerda el presidente, Constantino Arias.