Borrar
Una nutrida representación de los 250 integrantes de la asociación de Castiello de Bernueces posan delante del local, frente a la iglesia. Foto: J. M. Pardo / Vídeo: Diego Abejón

Barrios y parroquias de Gijón

Castiello de Bernueces
«La tranquilidad nos da felicidad pero necesitamos más movilidad»

Los 1.200 vecinos de Castiello «disfrutamos de la naturaleza al lado de Gijón pero nos faltan líneas de autobús, aceras y desbroces»

Jana Suárez

Gijón

Viernes, 13 de junio 2025, 07:46

Albergó un castro de una antigua fortificación de origen prerromano en la loma denominada del Castillo, paralela al arroyo de San Miguel. Las leyendas populares hablaban de un castillo que se alzaba en esa zona y cuyas ruinas fueron utilizadas por los vecinos dando origen al nombre de Castiello a la parroquia. Bernueces, por su parte, deriva del nominativo Vernocius que fue el dueño romano de estos territorios y vivía en lo alto de la colina desde donde dominaba visualmente gran parte del valle, en caso de ataques enemigos. Hoy, los 1.200 vecinos que viven en esta parroquia sufren otro tipo de embestidas «las de los jabalíes que nos están invadiendo cada día. Necesitamos más control y que el Ayuntamiento se implique más en la limpieza y desbroces de los caminos », relata Paula Menéndez. Ella junto a su hija de 13 años, Aitana Rubiera, alaban «el vivir en contacto con la naturaleza y la paz y tranquilidad que te da». Esta parroquia se encuentra, como dice el presidente de la asociación de vecinos Castiello de Bernueces, José María Rubiera «al ladito de Gijón. A cinco minutos. Podría considerarse que somos periurbanos», afirma. El enclave privilegiado de esta parroquia de la zona este del concejo gijonés lo convierte en un paraje idóneo para vivir «y más ahora que nos han instalado cámaras de seguridad de videovigilancia», resalta el presidente que, sin embargo, no olvida tampoco demandar contenedores de poda «para poder verter los residuos vegetales y de siega que en esta parroquia se generan y mucho», asevera.

La 'correcaminos' de Castiello

A Carmina Rodríguez, de 91 años, la llaman la 'correcaminos de Castiello'. Ella se siente muy agradecida «porque la gente aquí me cuida muchísimo. Yo soy de Salamanca y me vine a vivir a Gijón para estar cerca de mis hijos. Y soy muy feliz. Me dicen que tengo mucha energía», comenta a EL COMERCIO. Carmina aprovecha para «meterle un tirón de orejas a los responsables que hicieron el puente y se olvidaron de ponerme una acera y un paso de peatones».

El caso es que si la cosa va de aceras, hay mucho que decir en Castiello porque como comenta el docente Ignacio García «es muy urgente que se instale un andén en el tramo izquierdo del Camín de La Isla para completar el que ya existe y conectarlo con el cruce del Camín de San Miguel. Son solo 250 metros», indica. A García le encanta pasear con sus perros «y vivir en calma... pero, ¡ay!, no sé si decirlo», piensa en voz alta. Le insistimos, y nos contesta: «adoro vivir aquí. Me vine por amor, por mi mujer. Y aquí seguiré, pero a veces el gusanillo del gentío, del centro de Gijón, que es de donde yo soy, el bullicio, ver escaparates, el ruido... se echa de menos, pero solo a veces, ¿eh?», declara este profesor, muy activo dentro de la asociación conformada por cerca de 250 socios.

El colectivo de vecinos pone en valor las mejoras realizadas en el local asociativo, antes lleno de humedades. «No paramos de hacer cosas. Tenemos clases de pilates y yoga, organizamos excursiones y también conferencias y además este septiembre nos vamos a lanzar a montar un concierto de zarzuela, será algo muy especial y creemos que va gustar mucho», vaticina el vicepresidente de la asociación, Andrés Alonso.

Dos puntos negros

También pone el punto de mira en las aceras el vicepresidente, en concreto en lo que denomina 'dos puntos negros', en La Coría, una zona muy transitada «donde la gente carece de iluminación y de acera por lo que supone un alto peligro tanto para los viandantes como para los conductores. Cruzamos andando con miedo o circulamos con el vehículo muy despacito y mirando bien. Una rotonda o un semáforo serían soluciones adecuadas», recalca Alonso. Algo parecido ocurre en el camino de La Carreterona, donde al menos tienen una zona habilitada para peatones, «pero seguimos a la espera de que el Ayuntamiento se decida a hacer una obra muy sencilla. Faltan unos 45 metros para prolongar la acera de la senda que va desde La Carbayera de Castiello hasta la parada de bus de Ingenieros», describe este vecino.

A tan solo dos kilómetros del núcleo urbano vive Fermín Cachón. Este joven treinteañero, ingeniero de profesión, llegó a Castiello con sus padres y hermano hace veinte años, «nos mudamos del centro aquí y estoy encantado», dice. No obstante, recuerda que «solo hay una línea de bus, y con muy pocas frecuencias. Aquí sin vehículo propio es muy complicado moverse», avanza.

Sí habrá buses nocturnos para que los gijoneses acudan, dentro de una semana, a las fiestas de San Pedro de Castiello, «una romería que estamos deseando disfrutar y a la que estáis todos más que invitados. Aquí os esperamos», finaliza el presidente.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «La tranquilidad nos da felicidad pero necesitamos más movilidad»