Qué es el síndrome de Ulises, el mal que aqueja ya a 800.000 personas en España
Ansiedad, insomnio y problemas gastrointestinales son algunos de los síntomas de este trastorno
Es indudable que la mitología griega ha sido y es parte fundamental de la cultura occidental siendo indispensable para la interpretación de las experiencias humanas así como una fuente de lecciones morales y éticas que la convierten en todo un tesoro cultural de la narrativa y de la interpretación del mundo. Desde el famoso Aquiles con sus hazañas heroicas en Troya y su talón hasta Edipo y su complejo utilizado en psicología por Freud para dar explicación al desarrollo de sentimientos hacia los padres, la cultura griega ha dado toda una riqueza cultural que da explicación a los fenómenos del ser humano. Precisamente uno de ellos da cabida a todas aquellas personas que abandonan su hogar como Odiseo o más conocido como Ulises, Rey de Ítaca y fiel esposo de Penélope retratado como incansable navegante en busca de su hogar por Homero. Veinte años fuera del hogar y de lucha incansable hacen de este personaje una leyenda convertida en psicoanálisis relacionado con los migrantes y las emociones que sufren al enfrentarse al desafío que supone irse del hogar y adaptarse a nuevas costumbres.
En los tiempos que corren es fácil encontrarse con alguien que trabaje y viva fuera de su ciudad o país natal. La nostalgia y el anhelo por el lugar de origen son solo algunos de los síntomas que se pueden llegar a experimentar en un síndrome conocido como el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple (SIECM) o más conocido simplemente como Síndrome de Ulises en referencia al personaje de la Odisea. El término fue acuñado por el psiquiatra español José Carlos Bermejo en los años 90 y se caracteriza por una serie de síntomas:
- Nostalgia y anhelo por el hogar: A menudo las personas que dejan su hogar experimentan una inmensa sensación de añoranza por las personas que dejan atrás además de su cultura y la tierra que les vio nacer por lo que el deseo de volver se vuelve casi una obsesión abrumadora.
- Aislamiento social: Adaptarse a nuevas costumbres, idioma y hacer nuevas amistades que creen una red comunicativa se vuelve complicado en determinadas situaciones y a ciertas edades por lo que el migrante se encuentra sin un apoyo cuando más lo necesita
- Ansiedad y depresión: La carga emocional sin la correcta gestión y apoyo familiar se puede volver insostenible y los síntomas de tristeza aguda hacen mella dando lugar a trastornos de ansiedad que dan paso a insomnio y otros problema físicos derivados de los psicológicos.
Emigrar y hacer una vida fuera del hogar es complejo debido a la cantidad de desafíos que presenta el vivir en un entorno nuevo y en soledad. Actualmente más de dos millones y medio de personas viven más allá de las fronteras españolas y un 20 % de asturianos en concreto, teniendo que enfrentarse a situaciones de estrés y con la constante sensación de estar sobreviviendo y luchando por un futuro mejor con la esperanza de que sea temporal. Por ello, es importante buscar ayuda y que los Gobiernos entiendan que la migración también es un problema de salud con la consecuente carga emocional que supone el ejercicio agotador de buscar un futuro mejor.