La inteligencia alemana podrá vigilar a la ultra AFD

«La sentencia de hoy demuestra que somos una democracia capaz de defenderse», señaló la ministra federal de Interior, Nancy Faeser, quien subrayó que «nuestro estado de derecho tiene instrumentos para salvaguardar nuestra democracia de las amenazas internas». La política socialdemócrata (SPD) destacó además que «la Oficina Federal para la Protección de la Constitución tiene el claro mandato legal de actuar contra el extremismo y proteger nuestra democracia, y para ello trabaja de forma independiente«. Por su parte, la secretaria de organización parlamentaria del SPD, Katja Mast, afirmó que «AfD en su conjunto se ha radicalizado hasta convertirse en un partido ultranacionalista que degrada sistemáticamente a las personas, adopta posiciones de extrema derecha y representa los intereses de Moscú y Pekín de cara al exterior.»

La decisión de los jueces de Münster reabrió además inmediatamente el debate sobre la prohibición del partido ultraderechista. Marco Wandewitz, diputado conservador en el Bundestag y antiguo comisionado del gobierno para el Este de Alemania, propuso tras conocerse la sentencia la presentación antes de la pausa estival de una petición formal para prohibir AfD por parte del parlamento federal, una iniciativa que solo necesita el apoyo del 5% de los parlamentarios para abrir el debate y una posterior votación. Saskia Esken, copresidenta del SPD, y otros destacados políticos cristianodemócratas barajan también esa posibilidad, pero prefieren esperar a que la BfV aporte nuevos informes y pruebas que hagan prosperar una eventual petición formal de que AfD sea prohibida.

Existen «indicios de intenciones antidemocráticas» por parte de AfD, así como actos y expresiones que atentan «contra la dignidad humana de ciertos grupos de personas», señalaron los jueces para justificar su veredicto. La sentencia establece además que las medidas adoptadas hasta ahora por la BfV para observar a Alternativa para Alemania han sido proporcionadas y que su actuación respeta la ley fundamental alemana, el derecho europeo y el derecho internacional. Los abogados de la polémica formación han anunciado ya que acudirán a la siguiente y última instancia posible, el Tribunal Federal Administrativo en Leipzig, que en una posible revisión del caso solo podrá establecer si ha habido errores procesales o legales por parte de la cámara de Münster. Alternativa para Alemania no podrá solicitar, sin embargo, que se admitan nuevas pruebas en su defensa.

En el proceso ante el Tribunal Superior Administrativo los abogados de AfD recurrieron sin éxito a los jueces por presunta parcialidad y bombardearon a la cámara con varios cientos de solicitudes para la presentación de pruebas en su favor, que fueron rechazadas en su totalidad. Los representantes legales de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución acusaron a Alternativa para Alemania de pretender alargar el proceso al máximo. Lo cierto es que para la vista oral se habían programado dos jornadas, que finalmente se convirtieron en siete. Los observadores políticos consideran que AfD fracasó en su intento de prolongar el juicio más allá de las elecciones europeas del próximo 6 de junio para evitar las consecuencias negativas de una sentencia desfavorable.

La nueva derrota de AfD ante los tribunales respalda además la labor de los servicios interiores de inteligencia. Al confirmar la cámara de Münster la clasificación de Alternativa para Alemania como sospechosa de ultraderechista, la BfV podrá incrementar sus métodos de observación del polémico partido y espiar a sus miembros, trabajar con agentes infiltrados e intervenir sus comunicaciones. Y abre además la vía para que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución suba en un nivel más, hasta la clasificación de «confirmada como ultraderechista», la valoración de toda AfD. En ese nivel se encuentran ya la Joven Alternativa (JA), las juventudes de AfD, y sus federaciones en los estados de Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia.

Varios medios alemanes aseguran que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución ha estado esperando la sentencia de Münster para confirmar públicamente que Alternativa para Alemania es ultraderechista en su totalidad, una clasificación que abriría la puerta a una petición formal ante el Tribunal Constitucional para la prohibición de esa formación por parte de una de las dos cámaras legislativas germanas o el propio gobierno federal, aunque las reticencias por parte del resto de los partidos políticos para dar ese paso son grandes. En la historia de la República Federal solo se han dictado dos prohibiciones: la del Partido Socialista del Reich (SRP) en 1952 por ser considerado sucesor del Partido Nacionalsocialista (NSDAP) de Adolf Hitler y la del Partido Comunista de Alemania (KPD) en 1956 por perseguir el fin del orden democrático y la formación de una dictadura.

La sentencia de Münster se produce en medio de la campaña para las elecciones europeas y a pocos meses de las elecciones regionales en los estados federados germano orientales de Brandeburgo, Sajonia y Turingia, donde Alternativa para Alemania encabeza todos los sondeos sobre intención de voto. En Brandeburgo la encuesta más reciente atribuye a AfD un 26% de votos potenciales, cuatro puntos más que el gobernante Partido Socialdemócrata (SPD), mientras en Sajonia obtendría un 34% de sufragios, con la misma ventaja sobre la Unión Cristianodemócrata (CDU) que gobierna actualmente esa región, y en Turingia un 30% de votos, diez puntos más que sus más inmediatos seguidores de la CDU.