Ucrania asegura haber matado a los agentes rusos sospechosos del asesinato del coronel en Kiev

Moscú ha evitado hacer comentarios públicos sobre este operativo, que recuerda a otras ejecuciones de altos funcionarios militares rusos, que han puesto en evidencia las debilidades de las agencias de inteligencia del Kremlin.

El SBU andaba tras la pista de dos agentes del servicio secreto, un hombre y una mujer, sospechosas de haber perpetrado el atentado contra el coronel Voronych la semana pasada en la capital ucraniana. La agencia no ha especificado el número de bajas del bando ruso, aunque en los vídeos que ha difundido se pueden observar dos cadáveres en el suelo.

Un grupo de agentes de los servicios de seguridad rusos «había sido enviado a Ucrania con antelación» para este asesinato, ha explicado en declaraciones Vasyl Maliuk, jefe del SBU. Los presuntos asesinos tenían la misión de vigilar al objetivo y rastrear sus movimientos para conocer sus horarios y sus itinerarios habituales, según la inteligencia ucraniana. Completada la etapa de reconocimiento, tocaba pasar a la acción y su superior proporcionó a la pareja de espías rusos las coordenadas de un escondite en Kiev donde encontrarían una pistola con silenciador. Un arma que usaron para abordar al coronel y descerrajarle cinco tiros, unos hechos que fueron grabados por una cámara de seguridad, lo que facilitó su persecución. Aunque habían tratado de ocultarse a los ojos de las autoridades ucranianas manteniendo «un perfil bajo», finalmente dieron con ellos.

El SBU se encarga de la seguridad y la contrainteligencia de Ucrania, pero desde la invasión rusa en 2022 también ha ganado protagonismo con operaciones especiales contra Moscú, incluyendo asesinatos y ataques de sabotaje, como la Operación Telaraña que acabó con gran parte de los aviones del Kremlin. Desde hace más de tres años, ucranianos y rusos se acusan mutuamente de ejecuciones organizadas.

Por su parte, las autoridades de Rusia han informado este lunes que en mayo frustraron un intento de atentado contra un alto cargo del Ministerio de Defensa ruso en la península de Crimea, un territorio anexionado por Moscú en 2014 pero que la comunidad internacional no ha reconocido.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha señalado en un comunicado que sus agentes evitaron lo que califican como «un acto terrorista». De esta manera, abortaron un plan según el que una mujer reclutada por el SBU volara el vehículo de este mando militar no identificado con unos explosivos que le habían entregado. El ataque estaba previsto el la víspera del Día de la Victoria, que se celebra el 9 de mayo.

«Los oficiales del SBU que reclutaron y entrenaron a la terrorista para cometer este crimen han sido identificados», ha asegurado la inteligencia rusa, antes de afirmar que la sospechosa fue detenida y que los materiales para la preparación del explosivo, «de fabricación occidental», fueron incautados por los agentes.