Cimavilla pierde a Manolín 'Piguachu', guardia municipal y exjefe de salvamento, fallecido a los 84 años
Su vida estuvo ligada desde niño a la mar y al barrio alto de Gijón, donde nació y patrulló durante años hasta su jubilación en 2005
Cuenta su hijo José Manuel, quien siguió su trayectoria, que Manolín 'Piguachu' siempre decía que él no era policía, sino guardia. Y como Manolín 'El Guardia' le conocían aún en Cimavilla, pese a las dos décadas ya transcurridas desde que en 2005 colgara un uniforme que vistió desde finales de los años 70. «En sus primeros años el concepto era muy diferente, más de vecindad. Y si por ejemplo fallaba una luz en la calle Artillería, le avisaban a él para que pasara informe al Ayuntamiento», relata orgulloso del cariño que su padre seguía recibiendo de un barrio donde nació y donde patrulló, y que ahora le llora tras su fallecimiento a los 84 años. El tanatorio de Cabueñes, donde este sábado quedó instalada su capilla ardiente, acogerá el domingo a las 16 horas un acto de despedida.

Nacido en Cimavilla en 1940 como parte de la familia de 'Los Piguachos', sobrenombre que ya portaba su abuelo Ignacio, José Manuel García Suárez inició su trayectoria laboral y vital en la mar, donde se enroló siendo aún niño tras haberse quedado huérfano con tan solo diez años. Y tras una adolescencia dedicado a la pesca, a la mar siguió ligado en su etapa de 'mili', que hizo en la Marina en Cádiz. Moverse como pez en el agua –recibió clases del destacado nadador Fernando Rodríguez 'Panchano'–, le sirvió ya a su regreso a Gijón para ser recomendado como socorrista, labor que desempeñó durante casi dos décadas y en la que fue sumando méritos hasta ser nombrado en 1976 jefe de salvamento. Y sin dejar de lado esta tarea, un año después entró a formar parte de la Policía Local, trabajando durante un tiempo «como guardia en invierno y como socorrista en verano», salvando más de una vida, como la de un polaco que se despeñó por el Cerro de Santa Catalina.
Y si en el mar nadaba, en tierra jugaba al fútbol: en el Atlanti, en el Cimadevilla CF y en el Somió. Además fue presidente del Club de Fútbol Las Clotas de Contrueces y de un equipo formado por policías locales que llegó a competir en categoría regional. «Para mí fue un ejemplo de vida», destaca José Manuel, uno de sus dos hijos, que le dieron cinco nietos y dos bisnietos. Tras su jubilación, después de la cual recibió en el Teatro Jovellanos un homenaje del programa 'Bravo Asturianísimo', siguió nadando cuanto pudo, siendo un habitual de las piscinas de El Llano, y dedicaba gran parte del tiempo a la jardinería en casa de su hija.
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