Fallece el neumólogo asturiano Ignacio Blanco, eminencia mundial en la investigación de fibromialgias

Asturias pierde a una de sus grandes referencias en la investigación médica. El neumólogo Ignacio Blanco falleció este domingo, 16 de febrero, en Oviedo. Tenía 80 años. Con él se va una de las eminencias mundiales en el tratamiento de la fibromialgia. Referencia en la investigación de esta enfermedad fueron sus estudios centrados en el impacto del déficit de la proteína alfa1-antitripsina (AAT) han sido fundamentales para el trabajo científico que se ha llevado a cabo en los últimos treinta años y han contribuido al desarrollo de tratamientos y sentado las bases de nuevas investigaciones para luchar contra esta enfermedad.

Ignacio Blanco nació en Grado en 1944. Estudió medicina en Valladolid en la década de los sesenta del pasado siglo, especializándose en medicina interna. Desde muy pronto se centró en la investigación de enfermedades como la silicosis, con una alta prevalencia en aquellos años en Asturias por la importante actividad minera e industrial en la región. Como neumólogo realizó su trabajo durante cuarenta años en en el antiguo Hospital General de Asturias y en el Hospital Valle del Nalón. Y fue en este último donde centró su acción investigadora sobre el déficit de Alfa-1.

El doctor moscón formó parte en los años noventa del grupo de neumólogos que pusieron en marcha el Registro Español de Déficit de Alfa-1 Antitripsina. Se trata de una iniciativa fundamental y de referencia para los investigadores que, por aquel entonces, comenzaban a interesarse en España por esta condición genética.

Como recuerda la Asociación Alfa-1 en España, la labor investigadora de Ignacio Blanco le permitió contactar con otros expertos de todo el mundo en busca de respuestas. Fruto de esta colaboración e intercambio de información surgió su colaboración con el doctor Frederick de Serres, de la Universidad de Yale. Con él, en la primera década del presente siglo, publicó un estudio sobre la prevalencia del déficit de Alfa-1 que es, hoy en día, una de las referencias mundiales para el tratamiento de esta enfermedad. También coloboró con expertos internacionales como Sabina Janciauskiene en nuevos campos de conocimiento sobre la Alfa-1 e integró en sus investigaciones otras patologías que podrían estar relacionadas, como la fibromialgia.

En diciembre de 2009 tuvo que jubilarse. Fue una decisión impuesta por las autoridades sanitarias que tuvo su respuesta en una movilización de de sus pacientes y de los afectados por el déficita de Alfa-1 antitripsina.

El funeral en su memoria tuvo lugar en la tarde de este lunes en la iglesia de San Pedro de Grado, su localidad natal.

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