Secciones
Servicios
Destacamos
La maldición de José Alberto (siempre nos gana) acabó de cuajo con la semana fantástica vivida tras ganar 3-1 al Oviedo. ¡ ... 3-1! ¡3-1! ¡3-1! Tan contentos estábamos que no vimos venir el tren cántabro hasta que ya nos había pasado por encima. De haber conquistado El Sardinero, ahora estaríamos ya en los mundos de Yupi haciendo cábalas sobre la cabeza de la tabla y los grandes candidatos de este año a estar ahí arriba. Caímos con todo el equipo, ganó además el Oviedo ramplonamente, eso sí, y las cosas se han vuelto a poner tibias. Si miramos la clasificación, aunque solo vayan cinco jornadas, nos vemos ahí, el 14, a cuatro puntos del sexto y seis del ascenso directo. Pero bueno, no es tiempo de eso. Vale. Es momento de subirse al carro de las buenas sensaciones e ir trepando puestos sin obsesionarse con la tabla. Ojo, también sin descuidarla, no vayamos a fondear en aguas turbias donde luego cuesta un mundo nadar a contracorriente.
Toca Tenerife. Se antojaba rival 'fácil'. Pero acaba de cambiar de entrenador. De nuevo, Mel enfrente, un perro viejo. Y eso ya no está tan regalao. Nosotros, por otro lado, desinflamos el 'efecto ovetus', con su lección de intensidad, verticalidad y golazos (tampoco buen fútbol, pero sí efectivo) para volver a mostrar un juego irregular en todas las líneas. Caímos en Santander en lo vulgar. Perdimos otro efectivo, pues a la baja del entonado Diego se suma la del centrador y goleador Cote. Así llegamos al duelo isleño. Con bajas. Y altas: ahí está Caicedo, de momento un enigma, y ahí está Gelabert pidiendo paso, algo más rodado que en agosto. Queda la duda del centro de la defensa, donde andamos instalados en la provisionalidad. Apetece volver a ver al mejor Rober Pier; y si no está listo, a un leñador que meta miedo por alto y por bajo, que debería ser Maras. El señor Albés sabrá.
¿Arrancamos o qué? Cuando acabe la jornada seis no parece mucho pedir tener dos victorias en el zurrón. Cualquier otra cosa, en cuestión de puntos, sería rácana. ¿Cómo decía el míster? ¿Ser malos, ser gamberros, ser canallas? Sea cual sea el término, ¡aplíquese! En Tenerife debemos en primer lugar ver un Sporting agresivo, intenso, decidido, que eche el resto del minuto 1 al 100, que tome este inicio de Liga como una final, así de simple. Otra fórmula no vale. Luego saldrá el sol por la Gomera.
Olvidaba el dato más grave. Lo peor no es el Tenerife. Ni Mel. Ni jugar fuera. Es la hora. A las dos de la tarde el Sporting no gana a nadie. A las dos de la tarde solo sabemos perder o con suerte empatar. Cinco derrotas y tres empates acumulamos en los últimos cuatro años a esta hora. Así que debemos derribar otro maleficio. El de la hora. Sucumbimos al de José Alberto y tenemos ya otro delante de las narices. Albés tiene trabajo extra. Pero nuestro ferre se crece ante la adversidad. Así que, pese a tener el equipo a medio hacer, esperemos que su ojo de halcón supere tanta adversidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran muerta en un río a la actriz Sophie Nyweide
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.