Belén García
Inmortalizando los rincones de Gijón
Cuando acabamos de decir ¡adiós! a la Navidad y tenemos la gran suerte de conocer a nuestro personaje de hoy, que precisamente se llama Belén, ... al adentrarnos en su obra artística tenemos la sensación de que todo lo que gira alrededor del Portal de Belén con su incuestionable luminosidad sigue latiendo en este Gijón del alma gracias a los paisajes, tanto urbanos como marinos, campestres y montañosos que con su mágica y singular pincelada logra inmortalizar en sus lienzos.
Y son muchos los entendidos en este siempre complicado mundo del arte que se preguntan ¿cómo han tenido que transcurrir casi cuarenta años para descubrir a esta gran pintora? Podríamos decir aquello de que «nunca es tarde si la dicha es buena», pues nada más situarse ante un óleo de Belén García salta a la vista y llena el espíritu la sensación y el deseo de adentrarse de lleno en el contenido de la obra.
Belén García Fernández nació en la gijonesa Gota de Leche el día 4 de julio de 1951 cuando la familia formada por el empresario natural de Barros, en Langreo, Marino García Coto y su esposa Ángela Fernández Rodríguez, natural de Peón, en el concejo de Villaviciosa, ya tenían otros tres hijos. Belén fue la cuarta y luego nacería otro hermano para completar la familia con los dos varones y tres mujeres, que residían en la calle Marqués de San Esteban.
La fuerza expresiva que se refleja en sus cuadros los llena de la magia de cada momento
Desde que Belén García tuvo un lápiz y un papel a su alcance para aprender a leer y escribir ya comenzó a dibujar intuitivamente, algo que mejoró más aún cuando estudiaba en el colegio de las RR. MM. Ursulinas, donde llegó a concluir el Bachiller Superior. Su primer trabajo fue en la Consejería de Cultura del Principado de Asturias con María Antonia Fernández Felgueroso y luego con Amelia Valcárcel. De ahí pasó al Museo Arqueológico, luego a la Junta General del Principado de Asturias, y finalmente se pasó al ámbito médico y social trabajando en una clínica dental y en el Centro Geriátrico Clara Ferrer hasta su jubilación, aunque esto no es más que la vida laboral o profesional si se quiere, al margen de su gran vocación por el arte que nunca abandonó desde que comenzó a pintar, llamémoslo 'en serio' recibiendo clases de la profesora Isabel Villar, donde ya sobresalía copiando a sus pintores predilectos Monet, Acevedo, nuestros clásicos Valle y Piñole y al inmenso Van Gogh, entre otros, que en nada impidieron que actualmente Belén sea capaz de manifestar su arte pictórico con notable y evidente personalidad.
No obstante, cabe destacar que aunque Belén García comenzó a exponer con el nuevo milenio, primero en la tradicional calle Gascona de Oviedo, luego en la Sala Aristas, Caja Rural , Fundación Alvargonzález y Centro Municipal de El Coto en Gijón, donde ya dieron comienzo los reconocimientos de los críticos de arte, no por ello dejó a un lado su ansia de superación, por lo que siguió recibiendo clases en las gijonesas academias Ruymar y La Palette con la profesora Catalina Delmiro, donde sigue en la actualidad.
A las exposiciones de Oviedo y Gijón siguieron una larga lista por Villaviciosa, Candás, Pola de Laviana, la Casa de México en Gijón, así como en el Ateneo de La Calzada y también con incursiones fuera de la región, como las de León y Roquetas de Mar en Almería, donde alcanzó un notable éxito con su exposición bajo el lema 'De Norte a Sur', donde a través de sus pinceles evidenciaba la diferencia de ambos paisajes, no obstante ser evidente de que en sus cuadros solo utiliza cinco colores: el amarillo, rojo, azul, tierra de sombra y siena.
'Gijón al descubierto'
Belén García manifiesta que donde más se reconoce como pintora que expresa sus sentimientos es cuando representa lo que ella llama 'Rincones de Gijón' o 'Gijón al descubierto', porque a pesar del predominio del óleo sobre lienzo a espátula, la fuerza expresiva que se refleja en sus cuadros los llena de la magia de cada momento, que jamás llegará a volver a acontecer, por lo que con sus pinceles y el óleo nos ofrece muchos momentos que con frecuencia nos pasan inadvertidos.
Nuestro personaje de hoy contrajo matrimonio con el agente comercial de la firma 'Coca-Cola' José Luis González Blanco, de cuya unión nacieron sus dos hijos que ya le han dado otros dos nietos, que sin duda son sus más fieles admiradores de lo que ella denomina «su más íntima aventura sentimental» representada entre luces, sombras y brumas que ha mostrado no hace mucho en la sala de la Caja Rural de Gijón, y cuyo éxito le ha dado pie para que no tardando podamos disfrutar de otra de sus exitosas exposiciones donde sin duda alguna 'atrapará' en sus cuadros esos 'Rincones de Gijón' reflejo del momento histórico que ella –y nosotros– estamos viviendo y disfrutando y que, dado el ritmo y constante evolución que lleva la ciudad, no tardando ya serán historia.
Volvemos al principio para felicitarnos porque, si bien se nos termina esta Navidad, tenemos la gran suerte de que 'nuestra Belén de hoy' no tardando nos ofrecerá con sus nuevos cuadros esa ilusionante Navidad del arte más representativo de los rincones de este Gijón del alma en constante progreso que, por suerte, no se detiene nunca.
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