Muchas bromas y no estamos para chistes

El Sporting de Cádiz fue un equipo mustio. Transmite deseos de que finalice una temporada tirada. En el Nuevo Mirandilla, la imagen rojiblanca enseñó muchas carencias. Calificar a Kevin de mejor que Guille Rosas es una broma. Garitano debería tomárselo más en serio. A la autopista de los centrales en el gol del Cádiz se suma la falta de consistencia y de intensidad, con cierta anarquía en el juego. Así se originan las derrotas. Nico Serrano, que juega por decreto, aunque no sea asuma oficialmente, lleva en modo avión desde que llegó a Gijón.

La semana es más larga porque en Castellón se fijó el partido de lunes, con diez días de distancia entre un partido y otro. El coordinador de los horarios de LaLiga debe ser otro bromista. Lo positivo es que habrá más tiempo para examinar a los lesionados, que tienen unas recuperaciones desesperadamente lentas. Parece otra broma. En cualquier caso, la figura de Odin Vite no corre peligro en la próxima reestructuración. Tiene apariencia de ser un comisario político del patrón. No se tiene referencia de que el título de médico que dice haber obtenido en México se haya homologado en España casi tres años después llegar.

Camino de Cádiz se supo que Alejandro Irarragorri estaba en busca y captura por orden de un juez mexicano. No fue una sorpresa. El conflicto entre el presidente de Orlegi y el fisco de su país era conocido. Pasado mañana cumplirá un año de residente en Washington, desde donde iba a dirigir la expansión del grupo empresarial en los Estados Unidos. Fue la explicación oficial, como la de que no hay intención de vender el club, pese a gestiones conocidas. Cuestión de credibilidad.

Ya casi en mayo, la reestructuración anunciada por don José Riestra, director de fútbol de Orlegi, sigue pendiente. Sería lógico pensar ya en la planificación de la próxima temporada, con un director deportivo profesional y un jefe de cantera que ordenen una estructura coherente.

El club está desmadrado. A Cádiz se desplazaron 24 jugadores (seis del filial) y una comitiva con Joaquín, Gerardo, Villaseñor, Fredi y Salomón Behar. Este es quien negoció el traspaso de Pedro al Girondins, sin exigir un aval bancario en la cantidad aplazada que no se cobrará y se le 'coló' la cláusula de compromiso con el Espanyol que le costó al Sporting dos millones. Todavía sigue en la empresa, que para paliar el desfase originado le presta dinero el Sporting. O sea, que además de perder tres millones, se les adeudan otros tres al holding, más los intereses. Una broma pesada, con un panorama que no está para chistes.