El paraíso fiscal de los políticos

En lo que se refiere a la evasión fiscal habría que aclarar a esos políticos que Andorra no es un paraíso fiscal y que, en principio, en el caso del 'youtuber' no existe esta evasión fiscal, o fraude fiscal, como dijeron. Se trata, lisa y llanamente de una elusión fiscal, que no es lo mismo. Cualquier ciudadano puede cambiar de residencia para tratar de pagar menos impuestos.

Andorra, el día 8 de enero de 2015 salió de la lista de paraísos fiscales, tras el convenio que se firmó con España. A partir de ese momento cualquier persona es libre de trasladar su residencia a Andorra para tener menos presión fiscal. Cuestión distinta es que, con cualquier tipo de estratagema, fije su domicilio en el Principado, sólo a efectos fiscales, pero que siga realizando sus actividades comerciales en España, porque entonces, si podría haber fraude fiscal.

Cuestión distinta, igualmente, es el ejemplo que de hecho dan los que se van al Principado para pagar menos, ya que, visto eso, muchos ciudadanos se pueden preguntar si merece la pena pagar impuestos en España, y máxime cuando nos encontramos dentro de una pandemia y de una fuerte caída de nuestra economía. Cuestión distinta es, también, que los que nos gobiernan quieran convencernos de que hemos de pagar más impuestos para sostener nuestro estado de bienestar, cuando es público y notorio que para ellos el mejor paraíso fiscal que tienen es España.

Los diputados y senadores tienen asignado un sueldo base de 3.050 euros en catorce pagas, mas 1.959 euros por complementos. A esto se le añaden otras prebendas, como son una tarjeta personalizada para uso de taxis, y otras subvenciones por gastos varios. Todo esto lleva a que, mas o menos, en números redondos, los ingresos mensuales de estos políticos lleguen a los 5.500/6.000 euros. Pero hete aquí que sólo pagan IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) por el sueldo base de 3.050 euros, ya que los otros ingresos están exentos de dicho impuesto. El resumen final de todo esto es que como solo trabajan por sus intereses personales, van a tener exención de impuestos por el 40/45% de sus ingresos.

Puede que alguien piense que el sueldo que tienen asignado de tres mil euros, es poco para estos políticos, pero nadie se para a pensar que, por una refinada maniobra, al final, lo que entra en su bolsillo, se aproxima a los 6.000 euros, cantidad esta que ya quisieran para sí muchos directivos de empresa, que han de trabajar duramente y muchas horas para conseguir los objetivos que les exigen sus compañías, con el riesgo de perder el empleo si no cumplen.

Mientras a ese directivo de una empresa, con titulaciones académicas, experiencia y trabajando como un burro, le cuesta mucho llegar a esos ingresos, en nuestro Parlamento tenemos diputados, sobre todo de Podemos, con unas edades de 30/35 años que en muchos casos no tienen ningún título universitario y que nunca han trabajado en ningún sitio. ¿Casi igual, ¿no?

Pero, se da la circunstancia además de que, al menos durante la pandemia, tanto el Parlamento como el Senado han estado prácticamente inactivos (son las vacaciones mas largas que nadie puede tener), pero ellos puntualmente han recibido sus ingresos y aquí no pasa nada.

Sin duda alguna, estos políticos para qué van a pensar en paraísos fiscales como los de Andorra, Luxemburgo o la isla de Jersey, si su mejor paraíso está aquí, en España, máxime cuando en nuestro país, hay una legión de ciudadanos paganinis de todas esas prebendas políticas, que, además, ni siquiera protestamos. Es indignante.