La familia 'Casa Marcial'
Pedro Martino
Cocinero
Sábado, 5 de julio 2025, 02:00
No recuerdo con exactitud el día que conocí a Nacho, pero sí recuerdo que fue hace alrededor de treinta años. Tal vez fue en un ... concurso de jóvenes cocineros, y seguro que al poco tiempo comí por primera vez en Casa Marcial, esa casa de comidas donde todavía se respiraba la dirección de Marcial y Olga, quienes ya habían consolidado un negocio con un mérito encomiable.
Tengo que decir que, aparte de su maravillosa cocina, lo que más me impresionó fue el paraje en el que se encontraba, en el corazón verde de Asturias, donde el mar y la montaña se dan la mano, y donde la hospitalidad y la cercanía eran –y siguen siendo– el principio básico del día a día.
Después dimos luz a N.U.C.A. (Nueva Cocina Asturiana), junto a Paco Ron y José Antonio Campoviejo. Fueron años de aprendizaje, reflexión y revolución, en los que se movieron los cimientos de la cocina asturiana. Años de cercanía con Nacho y toda la familia Manzano.
Pienso que la 'Revolución Manzano' proviene de la gran aportación que hacen todos los hermanos: Nacho, imagen del equipo, gran cocinero con una enorme sensibilidad; Esther, trabajadora incansable, siempre dando el contrapunto en cocina; Olga y Sandra, en la sala, transmitiendo cercanía, cariño y detalle; y ahora Jesús, dando relevo y continuidad al proyecto. Todo ello bajo la atenta mirada de Marcial y Olga, quienes siguen estando presentes en la esencia de la casa.
En tiempos en los que todo cambia con tanta prisa, ellos decidieron permanecer fieles a la tierra, a los productos de temporada, al saber hacer heredado dando un giro poco a poco de creatividad y evolución con el mayor respeto a sus raíces. Esa fidelidad fue hecha con coherencia y estilo propio, que se fue forjando con el tiempo haciendo un sello de identidad.
Qué decir de la importancia del cuidado del espacio de Casa Marcial, donde año a año se ha ido renovado estéticamente generando un ambiente acogedor y actual.
En fin, una familia ejemplar en la que todos juntos empujan al unísono, como si de una melé se tratase. ¡Un orgullo para Asturias!
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