Sólo un gol

Sólo necesitamos un gol para que todas las barbacoas del verano estén presididas por una bandera del Oviedo ya sea por gusto o por la natural imposición de quien atesora la calidad y el rango, aunque sea en territorio rojiblanco. Sólo necesitamos un gol para el clamor. Sólo necesitamos un gol para caminar bailando. Sólo necesitamos un gol para quedarnos roncos. Sólo necesitamos un gol para que no nos importe la lluvia. Sólo necesitamos un gol para desterrar a los libros de historia los años del barro aunque no los olvidemos porque ya forman parte de nuestro ser.

Qué bonito es que necesitemos sólo un gol y qué necesario que algún jugador lo meta. Y sólo necesitamos un gol para que Santi Cazorla sea el mito de los mitos del oviedismo, si no lo es ya, con el permiso de Herrerita y Carlos. ¿Y si lo mete el propio Cazorla?... Sólo necesitamos un gol y esta vez no es una quimera.