El juicio por el intento de robo en el Arqueológico se celebra sin la presencia del acusado
Su abogado defensor resalta que fue «una ocurrencia» tras una noche de fiesta y que no tenía intención de llevarse la pieza
I. REY
Miércoles, 6 de julio 2016, 01:47
No se presentó en los juzgados, aunque el juicio se desarrolló de todos modos. Al enfrentarse a una pena inferior a dos años de prisión, el Ministerio Público interesó la celebración de la vista oral contra el hombre acusado por tentativa de robo, tras tratar de llevarse una pieza del Museo Arqueológico. Su abogado defensor no se opuso a la solicitud de la Fiscalía y la sesión quedó vista para sentencia.
Tras escuchar a los testigos, la fiscal mantuvo su petición. Reclama nueve meses de prisión y el pago de una indemnización para el museo por el coste de reparación de la pieza. Por su contra, la defensa reclama la libre absolución. Considera su abogado que el acto del acusado puede ser incívico, pero «no se corresponde con un hurto. No hay prueba que acredite que fue premeditado», insistió el letrado.
El procesado no se presentó ayer, pero en las declaraciones que prestó tras su detención por la Policía Local relató que tras una noche de fiesta, en la que «también había fumado alguna sustancia», decidió entrar en el Arqueológico tras la apertura del establecimiento. «Fue una ocurrencia. Se le pasó por la cabeza y cogió la pieza, pero no queda acreditada ninguna intención de apoderarse del bolaño», insistió su abogado. Prueba de ello, argumento, es la actitud anormal que mantuvo desde el momento en que puso un pie en el museo.
«Primero llamó al ascensor para luego subir por las escaleras, lo que llamó la atención del vigilante de seguridad. Si pensara ir a robar intentaría pasar desapercibido». El otro motivo que acredita, dijo, que su defendido no tenía intención de robar son las propias dimensiones de la pieza, de 10 kilos de peso. Se trataba de un proyectil pétreo, esférico y de considerable tamaño que trato de esconder entre sus ropas. «Es imposible que pensara en salir del museo sin ser visto», expresó. Antes de que el personal le interceptara, dejó la pieza en el rellano de la escalera de incendios. «No hay prueba de que lo hiciera porque viera al vigilante», concluyó.