«Damos las gracias, Oviedo siempre se ha volcado con la Cocina Económica»
La institución, que colabora desde hace ya 35 años con el Ayuntamiento, celebra su tradicional comida de Navidad con benefactores
CECILIA PÉREZ
OVIEDO.
Jueves, 14 de diciembre 2017, 01:00
«No puedo pedir nada, solo agradecer». Son palabras de Sor Esperanza, responsable de la Cocina Económica, tras la celebración ayer de la tradicional comida de Navidad con los benefactores de la entidad. Una comida a la que asistieron una veintena de invitados, entre ellos el alcalde, Wenceslao López, y la concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga, que degustaron un menú a base de entrantes, arroz meloso con marisco, entrecot, tarta, turrones, frutas y café.
Fue el mismo que se sirvió a los 160 usuarios que previamente pasaron por las instalaciones de la calle San Vicente. La única diferencia fue el horario, ya que la comida de Navidad servida a los benefactores se sirvió después del servicio ordinario que se presta diariamente.
150 usuarios diarios
El Ayuntamiento es uno de los benefactores de la Cocina Económica. Ayuda desde 1982 a través de distintos convenios de colaboración. En este 2017 a punto de finalizar, el Consistorio ha destinado 93.000 euros para el desarrollo de varios proyectos. Entre ellos, el mantenimiento y funcionamiento de los comedores y la intervención urgente en la dispensación de comida, una ayuda que no cae en saco roto.
La media diaria de comidas que reparte la Cocina Económica asciende a 150. A estos hay que sumar las cenas, con una media de entre 80 y 200 usuarios, y los repartos a domicilio, con 50. «Solo podemos dar las gracias a la ciudad de Oviedo porque se ha volcado con nosotros», ponderó Sor Esperanza. Calificó la relación entre la entidad que gestiona y el Ayuntamiento como «una colaboración de fraternidad y de apoyo».
En estos días, previos a las fiestas navideñas, la Cocina Económica se encuentra a pleno rendimiento. «Estamos saturados recibiendo la mercancía que nos donan, hay mucha generosidad», aseguró Sor Esperanza. A renglón seguido añadió que «lo bueno sería que no hiciese falta porque eso significaría que nadie tendría necesidad de acudir a nosotros».