Defensa prevé adquirir 145 obuses autopropulsados y Trubia aspira a hacerse con el nuevo megacontrato
El ministerio establece la necesidad de comprar 36 unidades de un modelo con ruedas y 109 de otro sobre cadenas; Santa Bárbara ya ha presentado a sus dos candidatos
El Ejército de Tierra tiene en servicio cerca de noventa unidades del M-109, un viejo modelo de obús autopropulsado de la variante A5E que ... necesita sustituto. Los primeros llegaron a España en la década de los setenta y ya han cumplido con creces su vida útil. Precisamente Santa Bárbara recibió el año pasado un contrato, valorado en 36 millones, en el que se incluía el mantenimiento de algunos de ellos, desplegados en Letonia, para mejorar su puntería, pero el Ministerio de Defensa ya trabaja en la definición de lo que se espera sea a medio y largo plazo un nuevo megaprograma de armamento y materiales. En ese sentido, tal y como aparece en la memoria de la pasada legislatura del departamento que dirige Margarita Robles, Defensa se ha marcado como objetivo la adquisición de 145 obuses autopropulsados, 36 de ellos de un modelo con ruedas y otros 109 montados sobre una plataforma movida por cadenas, para modernizar las capacidades de la sección terrestre de las Fuerzas Armadas.
Se trata de las cifras iniciales sobre las que Defensa puede empezar a montar el esqueleto de un nuevo contrato, pues aún deberán cumplirse varios hitos en su consecución como la redacción de un documento de viabilidad, entre otras cuestiones, pero lo cierto es que Santa Bárbara Sistemas, que tiene en la fábrica de armas de Trubia su principal centro de producción de vehículos terrestres en España, quiere estar bien posicionada de partida para convertirse en una de las principales candidatas a la hora de competir por ese aún hipotético encargo. Pocas, por no decir ninguna empresa española podría asumir una tarea similar.
En ese contexto, la marca europea de General Dynamics quiere liderar el sector de los sistemas de artillería autopropulsada al tiempo que ha reactivado recientemente su línea de producción de cañones de artillería de gran calibre en la villa cañonera para satisfacer la creciente demanda global. ¿Cómo? La compañía se encuentra reforzando su catálogo con opciones de última tecnología. Recientemente han incorporado el Piraña 10x10 sobre ruedas dotado con el módulo de artillería AGM de la empresa KNDS y, en el caso de las cadenas, disponen de un sistema denominado Donar, que integra el mismo cañón sobre un blindado Ascod.
El mismo blindado sobre el que se diseña el futuro Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC). Lo mismo ocurre con el Piraña, que es la base del 8x8 Dragón. Ambos saldrán de la fábrica de armas de Trubia. En un comunicado reciente, el director general de Santa Bárbara, Juan Escriña, exponía que la empresa «cuenta con capacidades únicas en vehículos blindados de ruedas y cadenas y sistemas de artillería, por lo que aporta soluciones innovadoras que optimizan ambas capacidades para responder a los requerimientos más exigentes de las Fuerzas Armadas actuales».
Por otro lado, Trubia es la cuna de los obuses remolcados 155/52; no obstante, hace años que la fábrica de armas no acoge el proceso integral de producción. Lo que no se ha echado a perder en todo este tiempo ha sido la maquinaria de la planta, ya que la empresa la mantiene al día.
Centro tecnológico
Son buenos tiempos para el sector de la defensa en Asturias y Oviedo. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, anunció a finales de junio en la nave de Cañones de La Vega que la región contará próximamente con un nuevo centro tecnológico ligado a esta industria en el seno de la inversión de 5.000 millones que el ministerio está realizando en el Principado para la producción del 8x8 y el VAC en Trubia.
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