«Estamos incomunicados, no tenemos cobertura»

San Andrés, perteneciente a la parroquia de Trubia, se encuentra a unos veinte minutos en coche -en torno a 19 kilómetros- del centro de Oviedo. Allí, conviven en torno a 150 personas, y existen 160 viviendas. Una vez que uno se acerca a la zona percibe que algo no va bien. «En cuanto te acercas a San Andrés, solo existe cobertura en puntos muy concretos y durante apenas unos segundos», critica la presidenta de la asociación de ecinos, Elisabeth Suárez.

«Estamos incomunicados, no tenemos cobertura telefónica», lamentan los vecinos, que no comprenden «esta situación en pleno año 2021». Como ejemplo de necesidad imperante, uno de los vecinos, Fernando Fanjul explica que «recibí varias llamadas de la vacuna, pero no pude cogerlas hasta que, por casualidad, me encontraba fuera del pueblo». Y lo mismo sucede con la declaración de la Renta, el banco y casi cualquier trámite en la actualidad que requiera de códigos enviados por SMS -la mayoría, teniendo en cuenta que es por una razón de seguridad-. Este problema es, para ellos, sin duda, «primordial». «El Principado no considera que la cobertura telefónica sea un derecho fundamental», aseguran incrédulos estos vecinos.

Este pueblo ha ido ganando notoriedad por el cada vez mayor interés de la ciudadanía ovetense por visitar las cascadas del Guanga. Eso sí, para ellos, «están abandonadas: los accesos y la limpieza son nefastos». «La gente solo visita la primera cascada porque no se puede acceder al resto», lamenta LuisFernández.

Elisabeth Suárez y el tesorero de la asociación vecinal, Manuel Antonio Vázquez, consideran como segundo problema «a solucionar cuanto antes» la falta de aceras en el pueblo. «Apenas existe un tramo con acera, el que llega hasta la iglesia». Unos cien metros de acera. «El camino al centro social se tiene que hacer por carretera, por lo que casi andie lo hace», expone Suárez. Además, con el cambio de hora anochece antes y «la gente mayor tiene miedo de ir al centro caminando sin visibilidad».

La visibilidad también es un problema cuando «los espejos que permiten que veamos la llegada de vehículos están sin cambiar desde hace años». «Es la dejadez en todos los sentidos», lamentan los vecinos.

La mayoría de vecinos son «de toda la vida», aunque los fines de semana y durante las vacaciones, la zona se llena de familiares de los mismos. También quienes realizan sendas por la zona y visitas a las rutas. Lo que sí aplauden estos vecinos es la «buena frecuencia de autobús urbano que tenemos». La línea L, que va hasta Tudela Veguín desde San Andrés, pasa cada media hora, lo que les permite una buena comunicación con la ciudad. Aunque, ahora les falta, la comunicación tecnológica.

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