Intentan robar dos noches seguidas en un salón de estética de Oviedo
«Si se llevan el material que tengo en mi negocio, se llevan los cinco años que llevo ahí trabajados», sostiene la propietaria del local situado en La Corredoria
A. A.
Miércoles, 15 de enero 2025, 17:29
La Policía Nacional investiga a tres jóvenes como presuntos autores de sendos intentos de robo durante las noches del lunes y el martes en un local de estética de la calle Molín de Pachón, en el barrio ovetense de La Corredoria. La dueña del salón presentó la denuncia ante la Jefatura Superior de Policía de Asturias ayer por la noche. Los presuntos asaltantes no lograron entrar al establecimiento en ningún momento, si bien sí intentaron forzar la puerta e hicieron saltar la alarma en diversas ocasiones. Han sido captados por las cámaras de videovigilancia. La propietaria cree que son vecinos del barrio y que están tratando de medir cuánto tiempo tarda en llegar la Policía desde que salta la alarma para entrar a robar. «Si se llevan el material que tengo en mi negocio, se llevan los cinco años que llevo ahí trabajados. Estamos muy intranquilos y no podemos dormir».
El primer intento tuvo lugar a pocos minutos de la medianoche del lunes para el martes. En las imágenes de las cámaras se puede ver a dos jóvenes merodeadores en el exterior del local. Uno de ellos, con la cara parcialmente oculta y con un abrigo blanco. El otro, con la cara plenamente reconocible. Llevan lo que parece ser una bolsa de deporte y un patinete eléctrico. También aparece un tercer hombre. La alarma saltó cuando intentaron abrir la puerta. Después, se alejan. «Me desperté a las cinco de la madrugada con siete llamadas perdidas de la empresa de seguridad; la Policía y el vigilante fueron y todo estaba en orden». Entró a trabajar a las nueve de la mañana siguiente con normalidad, pero con el susto en el cuerpo.
La dueña del local comenzó a entrar con frecuencia en la aplicación que le permite ver las grabaciones de las cámaras y a la noche siguiente, la del martes, volvió a repetirse un episodio similar. «Fue a eso de las once» cuando, mirando por la ventana de su piso, vio al mismo joven de la chaqueta blanca que había tratado de entrar en su local. «Estaban en el parque y vi que volvían a ir en dirección a mi negocio; abrí la aplicación de seguridad y a los cinco minutos ya me estaba llamando la empresa porque había vuelto a saltar la alarma». Este le preguntó si podía acercarse hasta el establecimiento, pero ella le respondió que sería mejor que lo hiciese la Policía. Aun así, su marido cogió el coche y se quedó a escasos metros del local para tratar de ver a los supuestos ladrones.
Efectivamente los vio huir a la llegada del vigilante. Cuando este se marchó, volvieron al parque. «Ellos pasan por debajo de mi portal para ir a su casa; vecinos del barrio me han dicho que son conocidos de la Policía y da la casualidad de que el 31 unas personas también entraron a robar en el local de uñas de una chica», concluye la dueña del salón de uñas, que urge una solución a las autoridades. Sospecha que los presuntos asaltantes saben que los materiales y aparatos que se utilizan en este tipo de negocios son caros y que la mochila de deporte era para cargarlos.
