«Juanma era un hombre lleno de vida, de alegría y de proyectos»

Poco antes de la una, multitud de personas aguardaban frente a la parroquia de San Pablo de Oviedo. Los semblantes serios, los ojos rojos y, entre los distintos grupos, una frase recurrente, como una letanía: «No hay derecho». El barrio de San Claudio se despidió esta mañana de Juan Manuel Fernández, 'Juanma', de 42 años, fallecido después de que un kamikaze chocase contra su coche en la madrugada del sábado. La familia se dirigía a pasar unos días de vacaciones en Roquetas de Mar. A falta de conocerse los resultados del test de orina del otro conductor, un colombiano de 35 años, la Policía ha afirmado que este presentaba signos de embriaguez y que iba conduciendo en dirección contraria.

Antes de entrar en la iglesia, un sincero aplauso sonó sobre el silencio de la calle, un aplauso en el que cabía el dolor de todo un barrio ante tamaña «injusticia». En la parroquia de San Pablo no cabía ni un alfiler. Más de trescientas personas, entre familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos, han querido acercarse para dar el último adiós a Juanma.

El párroco de la iglesia, Antonio Vázquez Escobar, encargado de oficiar la ceremonia, recordó a Juan como «un hombre lleno de vida, de alegría y de proyectos». También dirigió palabras de consuelo a la hermana del difunto y a sus padres, fieles de la parroquia de toda la vida, a quienes invitó a confiarse en la fe de que Juanma «seguirá cuidándolos desde el cielo». Asimismo pidió por la pronta recuperación de Clara y Martín, mujer e hijo del fallecido, que permanecen ingresados tras el accidente del pasado sábado.

«Su alegría será recordada por todos aquellos que hemos tenido la suerte de quererle», afirmó el párroco que añadoó que espera que la investigación policial sirva para poner fin a accidentes evitables como este. La misa homenaje se ha cerrado con otro sentido aplauso y los presentes se pusieron de pie para ovacionar al difunto.

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