El mal estado de un camino público deja a los niños de Villarín sin comedor escolar
Las familias denuncian «el total abandono» y la inacción de la administración: «Llevo meses pidiendo que arreglen los baches»
Un sendero de apenas un kilómetro y medio, conocido como el camino de Gallegos, que conecta las localidades trubiecas de Villarín y Villar, en Oviedo ... , ha propiciado el conflicto entre vecinos de la zona y el Ayuntamiento. Lo que podría ser una simple vía de comunicación se ha transformado en un obstáculo que priva a los niños de Villarín del derecho al transporte escolar y, consecuentemente, al comedor gratuito, una situación que ha llevado a las familias afectadas a alzar la voz y denunciar lo que consideran un «total abandono» por parte del Consistorio.
El problema fundamental radica en el «mal estado» del camino. Según relatan los vecinos, el sendero presenta «baches, zonas hundidas» y una falta de mantenimiento alarmante en cuanto a limpieza y desbroce. «Llevo meses hablando y metiendo telemáticamente solicitudes pidiendo que reparen los baches y las zonas hundidas, que lo mantengan limpio y desbrozado», explica una vecina, quien describe cómo incluso después de la intervención de los operarios de alumbrado público, «dejan la maleza colgando sobre el camino, que ya es estrecho».
Las quejas telefónicas se topan con un muro burocrático: «Llamas y dicen que ya no es cosa de ellos, y el Ayuntamiento viene y nos dice que está bien», lamenta. La última comunicación oficial que recibió esta vecina, que cuenta con el apoyo de la AMPA del colegio, indicaba que el camino «se había desbrozado el año pasado en agosto y que ahora en mayo lo volverían a desbrozar». Sin embargo, la promesa todavía no se ha cumplido.
La indignación alcanzó su punto álgido con una respuesta escrita del Ayuntamiento. En ella, tras una visita de inspección, el Consistorio informa que el camino «está incluido en la campaña anual de desbroce de las vías de titularidad municipal y ha sido desbrozado en el mes de agosto de 2024». Además, se añade que «el camino presenta en general un estado de conservación normal, salvo pequeñas deficiencias por falta de drenaje superficial», y que los trabajos para mejorar dicho drenaje «serán llevados a cabo a la mayor brevedad posible y en función de la disponibilidad de los medios de este servicio».
A comer, a casa
«Dicen que el camino está bien», critica la vecina con incredulidad. Invita a comprobar 'in situ' el estado del sendero: «Me gustaría que se viera y que opinen si está en condiciones para ir con niños desde Infantil y Primaria». Su hija, por ejemplo, «viene a comer a casa todos los días, así que vamos y venimos dos veces al día por este camino». Describe una zona particularmente peligrosa. «Hay una zona que los vecinos de Villarín se ven obligados a descender hasta la iglesia de la fábrica de armas, un trayecto que, además, implica transitar por el «camino de acceso al pueblo, entre los muros de la fábrica, estrecho y en cuesta todo el camino».
La relevancia de este camino va más allá de su estado físico. El Principado de Asturias lo tiene en cuenta a la hora de determinar el derecho al comedor gratuito. Al considerarlo una vía transitable, los niños de Villarín se quedan sin ese servicio, mientras que «el resto de zonas de Trubia tienen».
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