«Teníamos mejores caminos en 1978 que ahora»
Los vecinos de Cuyences piden al Ayuntamiento que «desbroce» los caminos tras un año entero y «el arreglo del pavimento»
COVADONGA DEL NERO
OVIEDO.
Lunes, 11 de octubre 2021, 00:32
A apenas tres kilómetros de Oviedo -cinco minutos en coche por la AS-II y desviándose en la rotonda de la salida de La Corredoria-, algo más de 120 vecinos y unas 70 viviendas conforman Cuyences, que pide insistentemente «el arreglo del pavimento». «Teníamos mejores caminos en 1978 que ahora», recuerda Carmen, una de las vecinas de toda la vida.
Al pavimento destrozado en varias zonas se suma «la falta de desbroce» de todos los caminos y lo estrechos que son muchos de ellos. Los servicios de desbroce llevan «todo el año» sin pasar por Cuyences. «Hay zonas donde no es que no pasen dos vehículos a la vez, es que ni siquiera pasa el coche a la vez que un viandante», explica David Espada, de la asociación de vecinos.
Con los ya clásicos paseos 'postconfinamiento', estos caminos vieron «riadas de personas, a niveles inimaginables». También el final de la pista finlandesa provoca que muchas personas pasen por la zona. «Muchos no respetan y ni se apartan para dejar pasar a los coches; tenemos que convivir ambos», critican los vecinos. Más, si cabe, teniendo en cuenta que el único acceso directo a esta zona es con el coche. La parada de transporte público más cercana es la de Fitoria, de la línea B de TUA.
Contenedores
En uno de los pasos del Camino de Santiago, en un altillo, colocaron un banco para aquellos peregrinos que pasan por la zona y quieren realizar una pequeña parada. Una «gran idea» si no fuera porque «no pusieron un contenedor para que puedan tirar lo que consuman ahí sentados». Lo que provoca que la naturaleza se llene de restos de envases, plásticos, e incluso una ventana con su marco. «Parece un vertedero y tenemos que recogerlo nosotros», se queja Espada.
Además, el pueblo tiene un depósito de aguas, que almacena el agua procedente de Cadasa. También con un antiguo lavadero y fuente catalogado que se restauró hace unos años. «Nuestras quejas son las mismas que las de casi toda la zona rural, pero es que pagamos impuestos exactamente igual, o incluso más, que en el centro y no tenemos los mismos servicios», reprochan.
Pero, aunque siempre hay quejas, los vecinos de esta zona rural del concejo de Oviedo están «encantados de vivir a escasos minutos de Oviedo, pero con la libertad que te da la zona rural». «No me imagino viviendo en la ciudad sin poder ver la naturaleza a diario», asegura David Espada.
Asimismo, al estar situado en la falda del Naranco, los vecinos disfrutan «de muchas horas de sol durante las mañanas» y de unas vistas «impresionantes». Todo esto, «cerquísima del centro», donde la mayoría de los vecinos desarrollan sus vidas laborales.