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El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, estampa su mano en un panel en recuerdo a Miguel Ángel Blanco, en un acto celebrado el martes

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El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, estampa su mano en un panel en recuerdo a Miguel Ángel Blanco, en un acto celebrado el martes P. Lorenzana

Miguel Ángel Blanco tendrá una calle en Oviedo

La corporación municipal homenajea al concejal asesinado hace 25 años por ETA, tras 48 horas secuestrado

Covadonga del Nero

Miércoles, 13 de julio 2022, 18:57

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Por segunda jornada consecutiva, el equipo de gobierno municipal ha querido homenajear a Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen veinticinco años de su asesinato por la banda terrorista ETA, tras 48 horas de secuestro. El acto institucional se ha llevado a cabo en la plaza del Ayuntamiento, donde Alfredo Canteli ha anunciado que «Miguel Ángel Blanco contará con una calle en Oviedo».

El acto comenzó con las campanadas de San Isidoro el Real, a las once en punto, y fue el cuarteto Galerna quien puso el toque musical. Así, se llevó a cabo un homenaje «en memoria de miguel Ángel Blanco, pero también de todas las víctimas del terrorismo». «Miguel Ángel Blanco es símbolo de convivencia», aseguró Juan Luis Mas, encargado de leer el manifiesto, ayer, en una plaza donde, además de los concejales del Ayuntamiento de Oviedo, también fueron varias las personas que se acercaron a mostrar respeto al que fuera concejal de Ermua, asesinado en 1997, a los 29 años.

Para Canteli, Miguel Ángel Blanco es «una persona singular que sufrió la barbarie de ETA, símbolo de lo que nunca debió ocurrir». El regidor deseó que «detengan a todos los que mataron a alguna persona y los metan en la cárcel, donde deben estar». Mas aprovechó la lectura del manifiesto para recordar a Blanco como «un joven lleno de proyectos, vitalista, comprometido con las ideas en las que creía». Consideró que es necesario que los jóvenes conozcan su figura como la de quien consiguió que «la ciudadanía no cediera ante el chantaje y mostrara la unidad como nunca antes, como nunca después».

Así, el acto finalizó con un minuto de silencio, apoyado por varios ciudadanos que pasaban por allí, frente al mural lleno de manos blancas, «sin manchas de sangre», tal y como fueron aquellas concentraciones pacíficas durante los días 11, 12 y 13 de julio, cuando «España respondió con valentía ante ETA, quienes por primera vez se sintieron acorralados».

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