«El ministerio está analizando con detalle qué fórmula es óptima para la Ronda Norte»

Cuatro opciones de trazado hay encima de la mesa y la construcción de esta infraestructura va para largo. El estudio informativo estima su puesta en marcha en 2028; y los cálculos cifran en 26.433 la media de vehículos que circularán por ella durante su primer año, si bien se pretende llegar a los 50.694 de media en el año horizonte de 2058. Pero hasta entonces queda mucho trabajo por hacer.

El Ministerio de Transición Ecológica está redactando los respectivos «informes de impacto ambiental» para evitar problemas en el futuro, según explicó ayer Losa, porque no es la primera vez que los tribunales obligan a las administraciones a volver atrás al faltar este paso.

También se deberán responder a todas las alegaciones y elegir el trazado final para realizar después todas las fases antes de la contratación de las obras. El encargado de dar todos estos pasos es el Ejecutivo central de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz y así lo recalcó ayer Losa: «Esta infraestructura ha generado muchas alegaciones y su construcción no supondrá un impacto ambiental que pueda ser perjudicial» ni para los monumentos prerrománicos -Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo- ni para el monte Naranco ni para los vecinos, sentenció tajante.

Otro de los retos que tiene el Estado por delante es que todas las administraciones competentes se pongan de acuerdo. El Ministerio liderado por Óscar Puente ya ha mostrado su preferencia por la vía que une San Claudio con La Corredoria, a la altura de Cuyences (Prados Paredes), con dos grandes túneles bajo el monte Naranco y Fitoria de 1.350 y 1.000 metros, respectivamente. En total, un recorrido de 8,32 kilómetros y de 226 millones de euros de presupuesto previsto.

No obstante, el alcalde, Alfredo Canteli, apuesta por un túnel de cuatro kilómetros que una la glorieta de Luis Oliver con el recinto ferial de La Florida, de manera que el tráfico de entrada y salida de esa zona de la ciudad se pueda llevar directamente hacía la AS-II sin enlaces en los barrios. Por su parte, el Principado, en boca del consejero Alejandro Calvo, exige que sea una infraestructura «útil para facilitar la movilidad» de los barrios afectados pero que al mismo tiempo tenga «una escala humana» y se puedan incluir pinchazos con las glorietas. Además, exige que «las amenazas medioambientales y el patrimonio cultural estén fuera de toda duda» y también que se tengan en cuenta las nuevas modalidades de movilidad.

Durante esta legislatura, según anunció Calvo en septiembre, se quiere «trabajar en la dimensión del proyecto» aunque quien empieza a perder la paciencia es el alcalde porque ya ha enviado una carta al ministerio para que salde esta deuda histórica del Estado con Oviedo.

Una demanda antigua es también la ampliación del paso de Nicolás Soria cuyas obras, según Losa, se esperan inaugurar en 2024. Unas obras que han sufrido severos retrasos ya que fueron adjudicadas en agosto de 2019 con un plazo de ejecución de doce meses. Un cambio en el proyecto paralizó un año los trabajos y la intención pasó a ser la de concluirlos este mismo 2023, pero tampoco será así. La previsión, ahora, inaugurar el nuevo paso en el primer semestre de 2024.