Una mirada a la historia de Ponteo desde su peña
Los vecinos de Ponteo, perteneciente a San Claudio, reclaman el arreglo de la fuente y la mejora de la carretera del Torollu
COVADONGA DEL NERO
OVIEDO.
Lunes, 1 de noviembre 2021, 00:32
Apenas a unos cinco kilómetros del centro de Oviedo, por la AS-371 se llega a Ponteo. Un pequeño pueblo que cuenta con cerca de setenta habitantes, durante el invierno -en verano, se llena de gente con segundas residencias en la zona-, y una peña que está a punto de cumplir el medio siglo de historia. Con 47 años de historia es «el alma del asociacionismo de la zona» con 64 socios. La Peña Ponteo hace un recorrido por la historia local. Antes, era una peña deportivo-cultural, ahora «más bien cultural y gastronómica», comentan José Enrique Luzuriaga y José Manuel Álvarez en la que es la sede, una antigua cuadra.
Allí, esperan a remojo unas fabas para la comida que tendrán al día siguiente. «Somos una peña atípica», se califican a sí mismos. La Peña Ponteo organiza un concurso de pintura cada año, antes de Navidad. Excepto el pasado 2020 que, por la pandemia, no se pudo realizar. En la sede, cuelgan de la pared todos y cada uno de las obras galardonadas a lo largo de todos estos años. También cuelgan las fotografías del Ponteín de cada año, una distinción que se le da a «aquellas personas que creemos han hecho mucho por Loriana, San Claudio y Ponteo». Entre ellas, la pintora Rosario Areces, a la que muestran orgullosos en cada una de las fotos que decoran la pared. Como tercer día señalado, el día del socio, donde organizan una comida para todos ellos. Eso sí, sin patrón. En esa cita, organizan juegos infantiles para los más pequeños. También un festival de la huerta donde cada uno lleva de su casa «lo mejor que tenga».
Carretera y fuente
Aunque como todos los vecinos, también tienen sus reivindicaciones. Ambas son «de sobra conocidas» ya, pero no quieren dejar de manifestar sus peticiones. La carretera del Torollu es una de ellas. «Es una vergüenza cómo está», asegura Álvarez. Esto se debe a que es «el único recorrido por el que se permite pasar a los camiones».
Esto provoca «el destrozo de la vía». El Principado -suya es la competencia- presupuestó las obras, pero los vecinos «no sabemos nada más desde entonces».
Por otra parte, su otro gran problema es la fuente-lavadero. «Hace unos 70 años se le cedió al Ayuntamiento y, de un tiempo a esta parte, el agua ha comenzado a menguar», asegura Luzuriaga. Del habitual chorro ya no queda nada. «Ahora tardamos unos quince minutos en llenar una garrafa de ocho litros», estiman. Desde entonces, se han manifestado en reiteradas ocasiones y consiguieron que el Ayuntamiento «mirara a ver qué podía pasar».
Así, el Consistorio les anunció que pasarían el asunto a la concejalía de Infraestructuras. Los vecinos aseguran no haber vuelto a recibir ninguna noticia al respecto.