Fallece un montañero asturiano de 73 años al despeñarse cerca de Ribota de Sajambre
Antonio Fernández, vecino de San Claudio, era originario de Amieva y conocía muy bien la zona por la que caminaba junto a dos compañeros
La Guardia Civil recuperó el pasado jueves el cuerpo sin vida de Antonio Fernández, un montañero de 73 años de edad y con domicilio en San Claudio (Oviedo), después de que hubiese sido dado por perdido cuando realizaba el descenso del pico Niajo, de 1.739 metros de altitud, hacía Ribota de Sajambre (León), acompañado de otros dos montañeros, también vecinos de San Claudio, con los que salía de monte todas las semanas.
Sobre las cinco y cuarto de la tarde se recibió el aviso que hicieron sus acompañantes comunicando que cuando realizaban el descenso, el compañero se había despistado de la ruta que estaban recorriendo y no había regresado a la citada localidad.
El hombre, aunque vecino de San Claudio desde hacía muchos años –su esposa es originaria de dicha localidad ovetense–, era natural de Amieva y conocía a fondo la montaña oriental.
Tras recibirse el aviso de sus compañeros se activó al Grupo Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de Sabero, cuyos integrantes se dirigieron al lugar que los compañeros del montañero habían indicado como último lugar en el que le habían visto. Pero lo tardío de la hora una vez que llegaron a la zona complicó el operativo, toda vez que se estaba haciendo de noche.
Con todo, los agentes del operativo de rescate montañero de la Guardia Civil localizaron con prontitud en las proximidades del pico al montañero. Sin embargo, no pudieron hacer nada por salvarle la vida, ya que el hombre se encontraba ya fallecido a causa de las lesiones sufridas tras precipitarse desde unos 70 metros de altura, lo que apunta a una muerte instantánea.
Una vez que se autorizó el levantamiento del cadáver por la autoridad judicial, el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de León, para la práctica de la autopsia.
Para la recuperación del cuerpo el GREIM de Sabero contó con la colaboración del GREIM de Cangas de Onís (Asturias), dada la dificultad impuesta por las duras condiciones del terreno y que el rescate se tuvo que realizar en horas nocturnas, incrementando así el peligro para los rescatadores.
El funeral, este sábado
Antonio Fernández deja esposa, dos hijos y tres nietas. Su esposa, Conchita, con la que vivía en una casa cerca del centro social, es una histórica del asociacionismo en San Claudio, vinculada desde siempre al colectivo de amas de casa, el cual presidió durante años. «Era un hombre muy querido, de toda la vida de San Claudio, los vecinos están muy afectados. Es un palo tremendo», lamentó este viernes el alcalde de barrio de la localidad ovetense, Luis Miguel Fernández Lorenzo. El funeral se celebrará hoy, a las cinco de esta tarde, en el tananorio de El Salvador, en San Esteban de las Cruces.
