Adiós a Benjamín Rodríguez Cabañas, un «referente absoluto de la política asturiana»

La iglesia de San Isidoro el Real se quedó este lunes pequeña, pese a las restricciones sanitarias, para despedir al que fuera concejal del Partido Popular entre 1999 y 2015 y presidente de la Federación Asturiana de Kárate, Benjamín Rodríguez Cabañas, fallecido hace una semana a los 75 años. Un hombre «constructivo y decidido» y un «referente absoluto de la política asturiana».

Así lo recordó, instantes antes de que diese comienzo la misa, el expresidente del PP, exdiputado y exsenador Isidro Fernández Rodaza, para quien fue un «amigo incluso en la enfermedad», que hizo posible a finales de los años setenta la fundación del Partido Popular, antes Alianza Popular. «Peleábamos en las cuencas, donde éramos minoría, y él nunca se acobardó, tuvo muy merecido llegar a concejal en Oviedo», destacó Rozada.

Nacido en Olloniego en 1945, Rodríguez Cabañas cursó estudios de Delineante, Topografía y Administración, y entró a trabajar en Hunosa, hasta su prejubilación. Su hija, Esther Rodríguez Santana, entró en el templo del lado de su madre, Rosa María Santana Vázquez, portando la urna con las cenizas del difunto. Profundamente afectada, agradeció las innumerables muestras de cariño recibidas durante los últimos días.

Tras ellas, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, ocupó su lugar en los bancos. «Era un gran amigo mío. Como concejal, magnífico; y en el deporte, más de lo mismo», describió el regidor, recordando las veladas de kárate que se celebraban en el Centro Asturiano durante su presidencia de la entidad. «Trabajó mucho por Oviedo, mucho y muy bien todo cuanto hacía», sentenció. Lo acompañaban la práctica mayoría de sus concejales azules de gobierno. En la iglesia no faltaron exediles y compañeros de mandato de Rodríguez Cabañas como Iván de Santiago, Alberto Mortera, Javier Sopeña, Jaime Reinares, Conchita García o José Agustín Cuervas- Mons.

Tampoco exdiputados como José Ramón García Cañal, quien apuntó que el fallecido era uno de esos políticos «de la escuela de Gabino» que «llegaba, apuntaba y hacía». «Era un tipo seco al principio, pero entrañable y cariñoso, y es una gran pérdida, ya quedamos pocos de los que empezamos en esto con la democracia», manifestó. Durante la homilía, el párroco, José Luis Alonso Tuñón, enumeró las virtudes de «un servidor de la comunidad» que «trabajó entregado para mejorar la ciudad».

Rodríguez Cabañas fue nombrado edil por primera vez en la candidatura que encabezaba Gabino de Lorenzo en 1999. Este le confió las delegaciones de Limpieza y Recogida de Basuras. En 2003, sumó las de Zona Rural y Vías, repitiéndolas cuatro años después. En 2012, ya con Agustín Iglesias Caunedo como alcalde, se incorporó a la junta de gobierno local. Dejó el Ayuntamiento al final de ese mandato. Sus restos mortales fueron enterrados en el cementerio de Olloniego.