«Piden vivir en los pueblos, pero no ofrecen servicios»

En torno a cincuenta vecinos viven en Perlín. Un pequeño pueblo que se encuentra una vez pasado Trubia, superando un puente y comenzando una subida por carretera hasta llegar a las viviendas que conforman el pequeño lugar. Precisamente ese acceso es motivo de queja por parte de sus vecinos. Cantia Gutiérrez, de la asociación de vecinos, y Miguel López, un vecino de Perlín, «La vía es estrecha y está llena de baches», critican.

«La última vez que asfaltaron fue hace cuarenta años», lamenta López, quien reclama «mantenimiento», ya que «no basta con solucionar un problema, hay que cuidarlo y mantenerlo en buen estado». José María Hernández, también vecino de la zona, se siente «engañado por el alcalde, porque nos prometió muchas cosas y no ha cumplido ni una».

Una de esas promesas, explica Hernández, fue «apartaderos en el camino hasta Perlín, para poder apartarse uno de los dos vehículos en caso de encontrarse por la carretera». A día de hoy, en caso de que suceda esta situación «uno de los dos coches tiene que dar para atrás hasta que encuentre alguna zona para apartarse».

Además, critican algo muy similar a otros pueblos de la zona. La cobertura móvil es escasa y apenas llega a la mayor parte del pueblo. «No podemos contactar por teléfono y la cobertura por cable es bastante mala», explica Gutiérrez. De hecho, también los dos vecinos aseguran que «cada dos por tres tenemos que cambiar el router porque se quema por la mala conectividad».

«Somos considerados zona rural urbana, pero si nos consideran así lo deberíamos ser para todo», reivindican. «Pagamos la misma Contribución que los vecinos de la calle Uría, pero nosotros estamos totalmente abandonados», lamentan. Además, aseguran que el despoblamiento rural no se puede paliar de esta manera, «Las autoridades están constantemente pidiendo a vecinos que se vayan a vivir a los pueblos, pero no ofrecen ninguna facilidad ni servicios para que sea así».

También la falta de desbroce de este año es una reivindicación para sus vecinos. A ello, se le suma que las bajas temperaturas de la zona provocan heladas en las carreteras y «la circulación se hace casi imposible» durante el invierno.

El edificio de las antiguas escuelas se divisa desde las viviendas de Cantia Gutiérrez, Miguel López y José María Hernández. Allí, el tejado está en mal estado y tiene «un gran agujero» que está llenando de humedades la instalación. «Lo van a dejar caer cuando podrían arreglarlo y convertirlo en un centro social», critica Gutiérrez. Perlín no cuenta con ningún lugar donde los vecinos «puedan reunirse». «Los vecinos mayores deberían poder ir a algún sitio donde poder charlar, jugar a las cartas o lo que quieran durante el invierno»

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