Más de 10.000 personas acaban con 7.000 litros de sidra en la Preba de Gascona más multitudinaria
El jurado profesional premia a Sidra Vigón y el público a Viuda de Angelón. «Este año es especial», sostienen los chigreros del Bulevar de la Sidra, que preparan un homenaje para los fundadores del certamen
La calle Gascona de Oviedo se llenó este domingo de tal nivel de exaltación sidrera que quedará para el recuerdo como una de las más multitudinarias ediciones de la Preba de la Sidra. Una fiesta que llena de pañuelos verdes y escanciadores –profesionales o no– el Bulevar de la Sidra y sus calles aledañas. Antes de que diera comienzo la XXV Preba de la Sidra, a las doce, las aceras y la carretera ya eran un hervidero de gente dispuesta a disfrutar de un día soleado y de degustar las sidras de los diecisiete llagares asturianos que escanciaron alrededor de siete mil litros de sidra. No quedaron existencias. Los más de diez mil asistentes terminaron con todo.
Ganadores Preba Popular Gascona 2025
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Primer premio: Sidra Viuda de Angelón
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Segundo premio: La Llarada
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Tercer premio: Muñiz
Ganadores Preba Oficial Gascona 2025
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Primer premio: Sidra Vigón
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Segundo premio: Sidra Cortina
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Tercer premio: La morena
La popular calle sidrera ovetense se transformó en un gigantesco llagar al aire libre. Los puestos de los diecisiete llagares participantes –uno más que el año pasado–, cuidadosamente instalados, ofrecían lo mejor de sus cosechas. El ritual era conocido y esperado: por seis euros, los asistentes adquirían su vaso conmemorativo y el pañuelo de la fiesta, junto con las imprescindibles tablillas para anotar sus puntuaciones y participar en la cata popular. Las existencias, tanto de sidra como de vasos y pañuelos, volaron, testimonio de las ganas de fiesta y de la sed sidrera acumulada. «Llevamos tan solo una hora y ya tenemos que ir a por más vasos porque hemos repartido todas las cajas», declararon desde uno de los puestos poco después de comenzar.

Un culete por el ascenso
El buen tiempo, con unas nubes que hacían poner la mirada en el cielo para que no lloviera y que finalmente aguantaron, fue el aliado perfecto, permitiendo que el escanciado fluyera sin pausa durante toda la Preba. Entre la multitud, camisetas del Real Oviedo a raudales, cuyos aficionados calentaban motores y ánimos a la espera del crucial partido ante el Tenerife, deseoso del ascenso a Primera, sea como sea. «Esperamos que gane», decía Diego Piedrafita mientras aguardaba la cola para beber un culete. «Nos gusta la sidra de Viuda de Angelón y de esa zona», manifestó a renglón seguido y recordó que el pasado año fue el llagar de Nava quien ganó la votación popular. Un presagio de lo que horas más tarde sucedería.
La jornada no solo fue un festín para el paladar popular, sino que también contó con la cata profesional, donde un panel de expertos evaluó con rigor técnico las sidras presentadas. Como suele ser tradición, la opinión de la gente dista del parecer de los jueces. «Llevo viendo la cata desde que empezó y me da que no vamos a coincidir con el jurado», afirmó Pablo Sánchez, veterano de la Preba, a la que acude año tras año.
Efectivamente. El jurado le otorgó el primer premio a Sidra Vigón, llagar de Villaviciosa. El público decidió premiar con su voto popular, de nuevo este año, a Viuda de Angelón. El segundo puesto del jurado fue para La Llarada y el tercero para Muñiz. El voto popular otorgó el segundo premio a Sidra Cortina y el tercero a La Morena.
Pedro Caramés, presidente de la Asociación de Sidreros de la Calle Gascona, organizadora del evento, no ocultó su satisfacción. «Este año es especial», sentenció, «25 años de la Preba , 25 de mayo y en 2025». Caramés adelantó que se prepara «un reconocimiento a los fundadores» y subrayó la importancia del evento: «Juntar 17 llagares que aparentemente son competencia es noticia ya».
La animación fue constante. Escanciadores profesionales demostraron su arte mientras bandas de gaitas y charangas se mezclaban entre el gentío, aportando la banda sonora a una fiesta multitudinaria y tremendamente animada que algunos como Carmen Cabal y su marido Claudio Cernuda disfrutaron desde su balcón. Un lugar privilegiado desde donde llevan toda la vida observando a quienes se acercan a Gascona. «Aquí llevamos toda la vida y se disfruta mucho el ambiente desde aquí arriba, aunque a veces bajamos un ratín», admitió Cabal mientras escanciaban un culete desde las alturas. «Yo no soy muy forofo de la sidra, pero cada año veo que viene más gente y visto desde aquí es una maravilla», concluyó Cernuda.
No cabía un alfiler.
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