«El Principado penaliza a los alumnos al no implicarse en las enseñanzas artísticas»

-La Escolanía de Covadonga ha dicho adiós. ¿Qué siente?

-Fui niño cantor durante siete años. Ha cerrado después de 80 años de historia, ha sido un gran bastión de la cultura musical en Asturias, de la que han salido multitud de músicos que hoy ocupan cargos de relevancia nacional e internacional.

-¿No entiende entonces su fin?

-Sería impensable que la Escolanía de Montserrat desapareciera, como sería imposible si lo llevas a otro campo educativo, el deporte, que la cantera del Lezama del Athletic de Bilbao desapareciera; pero estas cosas ocurren en Asturias. Era una institución de elite a nivel educativo y musical; pero a nivel socioeconómico, las personas que pasamos por ahí éramos más bien de extracción humilde; era una gran ayuda.

-Cumple una década como director del Conservatorio Superior. ¿Qué mejoras ha habido?

-En estos cargos, uno presenta un proyecto de dirección, pero luego uno hace lo que puede más que lo que quiere. Te encuentras condicionado por muchas cosas, principalmente por la administración, por la gestión económica, por las normativas, por la propia estructura de las enseñanzas artísticas superiores... En estos diez años destacaría el plan de digitalización y la internacionalización del Conservatorio con el programa Erasmus, nos hemos insertado en todos los programas educativos europeos. Ahora mismo, tenemos 16 alumnos por toda Europa. Cuando empecé había 20 centros de intercambio y ahora tenemos convenio con casi 70.

-¿Qué fama tiene el Conservatorio fuera de Oviedo?

-Está muy bien considerado, estamos recibiendo profesores y alumnos constantemente. El nivel de nuestro alumnado es equiparable al de cualquier otro centro europeo. En Asturias siempre hemos tenido muy buena tradición en enseñanzas musicales; de hecho, recientemente, un alumno nuestro, Gabriel Ordás, acaba de ser admitido en una de las poquísimas becas que da la Manhattan School en Nueva York. También hay alumnos que han obtenido puestos en Conservatorios Profesionales y Superiores y otros en orquestas.

-¿Qué retos tiene?

-No entiendo por qué nuestro Conservatorio es de los pocos que todavía no tiene formación de máster. Vamos a insistir una vez más a la consejería sobre la posibilidad de establecer estos estudios, que legalmente podemos hacerlos y se están haciendo en casi toda España. Aquí tenemos profesorado con la capacitación suficiente y espacio. La Administración tiene que actualizarse porque nuestro alumnado tiene que irse fuera y le cuesta muchísimo dinero: entre los tres mil y doce mil euros, y suelen ser alumnos que no les sobra el dinero.

-¿Y por qué no se oferta?

-No sé. Ahora hay una nueva directora de Enseñanzas Profesionales que se llama Eva Ledo Cabaleiro, de la cual tengo muy buena opinión, y vamos a volver a insistir. Reunimos todos los requisitos.

-¿Puede deberse a falta de recursos económicos?

-No, porque es coste cero, lo que hace falta en Asturias es voluntad política. En su momento, Asturias fue pionera en muchos avances, en la LOGSE por ejemplo, pero ahora mismo en las enseñanzas artísticas la consejería debería implicarse más.

-¿Por ejemplo?

-Estoy hablando de permitir al profesorado dar conciertos, tener un mínimo de carrera artística, porque nos aplican una ley de incompatibilidades con una interpretación...

-¿Si eres profesor no puedes dar conciertos?

-Más o menos. Puedes darlos, pero te limita tanto que tienes que ser un héroe. Se trata de una normativa estatal que todo el mundo la interpreta de manera diferente a Asturias. Sóolo Asturias la interpreta de una manera tan restrictiva, lo cual perjudica tremendamente al profesorado y al alumnado asturiano. Cuando das un concierto por ahí es como si fuera un segundo trabajo y es mentira porque forma parte de tu hacer. Lo lógico es que un cirujano opere y un músico toque. Yo creo que hay una pereza en la Administración de no querer involucrarse en esto.

-¿No siente cortadas sus alas?

-Sí, claro, es el hándicap de Asturias. Lo mismo que estoy yo están el resto de los músicos asturianos. Eso ha repercutido a nivel cultural, la creatividad viene de fuera. Antes tenía un concierto en Múnich, en Bremen, en Londres..., ahora ya no puedo.

-Aboga por traer nuevas titulaciones.

-Sería interesante impartir especialidades como jazz y músicas modernas o sonología, que son muy demandadas y que nos abrirían campos. Se pueden hacer a coste cero o con una inversión mínima, pero tenemos una normativa que es de 2005 y está totalmente desfasada.

-Faltan cinco profesores en el Conservatorio

-A día de hoy, sí. Para dar clase en el Conservatorio Superior tienes que tener un máster y en Asturias se está aplicando este curso, pero la ley es de 2013. En el resto de España ya lo han solucionado hace años. Mientras que se hacen oposiciones aquí en Asturias, en otros sitios ya han hecho tres o cuatro. Creo que el sector de las enseñanzas artísticas está un poco dejado por parte de la Administración. Al menos, el gobierno de Adrián Barbón no está implicado en ellas. Es una pena porque un gobierno que se dice socialista -todas estas medidas son para personas que lo necesitan-, penaliza a nuestros alumnos de esta manera. ¿Por qué va a pagar un alumno por un máster de 12.000 euros cuando puede hacerlo aquí? No lo entiendo. Y no lo entiendo cuando este mismo gobierno socialista que gobierna en Asturias desde hace muchos años, en otras épocas las enseñanzas artísticas eran punteras. Nos estamos quedando atrás. Los alumnos se van fuera porque obligatoriamente los estás empujado a irse.

-¿Cómo está la fachada del edificio?

-La fachada es histórica, de Juan Miguel de la Guardia. Es uno de los mejores ejemplos que hay de arquitectura ecléctica de España. Está vallada y se desconcha. Llevo desde el año 2019, ya cinco años, peleando. Se ha licitado el proyecto pero ahora parece ser que ha quedado desierto. Me dicen que hay que reiniciar el proceso. Es una pena, primero por la seguridad. Diariamente estamos 700 o 800 personas aquí. Ahora la consejería va poner una especie de malla, pero yo creo que es muy lento para lo que urge la actuación. Yo no puedo hacer más.

-¿Le quedan ganas de seguir siendo director?

-No lo sé. He sido siempre optimista, luchador y músico; estoy implicado y creo que hago lo correcto. Obviamente, te lleva mucho tiempo y desgaste y francamente no sé si compensa. A veces también más que meterte tú te empujan y otras veces no sabes dónde te metes, porque crees que vas a tener más colaboración de la que luego resulta.