El Principado suprime la Escuela de Minas de Oviedo tras seis décadas de historia

En este año y medio se han llevado a cabo «todos los trámites necesarios» para ejecutar el traslado. El Consejo de Gobierno de la Universidad dio el visto bueno a los planes en abril de 2022, el Consejo Social emitió el respectivo informe favorable y ayer llegó el golpe final, la resolución del Gobierno de Asturias. «La supresión del centro se produce una vez que ya no oferta ninguna titulación oficial, ya que los grados y másteres que impartía están implantados con normalidad en la Escuela Politécnica de Mieres».

La primera jornada lectiva fue el 11 de septiembre, día en el que se inauguró el curso académico. Ese día, las instalaciones de la calle Independencia ya no recibieron a los alumnos; por primera vez desde el curso 1960-1961. Ahora continúa la mudanza de todos los enseres al campus de Barredo por parte de la empresa Flipper International, aunque materialmente es imposible trasladarlo todo. Han quedado fuera los veinticinco laboratorios de investigación que se encuentran actualmente en servicio en la Escuela de Ingeniería de Minas de Oviedo. ¿El motivo? Es físicamente imposible trasladar la maquinaria con la que operan y que han ido obteniendo a lo largo de los años.

¿Qué pasará con el resto de instalaciones? «El inmueble continuará existiendo y la institución académica ya ha anunciado que lo dedicará a usos universitarios», explicó ayer el Principado. Entre los planes lanzados hasta ahora, que la facultad de Ciencias pasase a Minas pero finalmente se ha decidido su traslado al nuevo campus de El Cristo en los terrenos del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). También se habló de derivar Formación al Profesorado y Educación a la sede de Independencia ante la falta de espacio.

El alcalde, Alfredo Canteli, siempre ha sido contrario al cierre. Ayer, tras conocerse la supresión oficial, auguró «un futuro muy negro para la ingeniería de Minas en Asturias». «Luché por la Escuela con todas mis armas, tuve el apoyo tanto del Colegio de Ingenieros como de los exalumnos, y creo que es una agresión importante para Oviedo».

La situación ha provocado muchas tensiones entre el primer edil y el rector. También con el presidente regional, Adrián Barbón, aunque la decisión tomada ayer no supondrá una brecha en su amistad: «Podía haberse mojado y haber dicho que no financiaba ese traslado porque es improcedente, pero no lo hizo. A él le hablo con claridad, pero esto no tiene que empañar nuestra relación», explicó tras el minuto de silencio que al final de cada mes se guarda en la plaza del Ayuntamiento en recuerdo a las víctimas de la violencia de género.

La única vía que queda para paralizar el proceso es la judicial. Antiguos alumnos de la Escuela de Minas promovieron la creación de una asociación que, junto al Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, llevaron este asunto a los tribunales el 7 de junio. Presentaron un recurso que fue acompañado de la petición para que se frenase el traslado a través de medidas cautelares, pero que finalmente el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de Oviedo rechazó.

El Ayuntamiento hizo lo propio con la misma respuesta: «El Consistorio con su recurso está defendiendo los intereses generales de la ciudad; sin embargo, lo que resulta de su argumentación es una defensa de su interés particular». También faltaba «desarrollo y acreditación» de los motivos». Ahora queda que se resuelvan ambos recursos.

Este año abrió la Escuela de Minas en la calle Independencia; más de seis décadas después los estudios se han unificado en el mierense campus de Barredo.