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Otilia Requejo, José Ramón Garcés, Benito Gallego, Emilia Fernández, Jesús Puras y Antón García, delante de la restaurada imagen de El Salvador. Mario Rojas
Catedral de Oviedo

La restauración de la imagen de El Salvador de Oviedo descarta que la obra sea románica

A la espera de los estudios concluyentes, todo apunta a su origen gótico: «Se sitúa entre el siglo XIV y el siguiente», avanza el conservador Jesús Puras

Susana Neira

Oviedo

Lunes, 4 de agosto 2025

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El Salvador, titular de la Catedral –que no patrón de Oviedo, pues lo es Santa Eulalia de Mérida–, ya luce su renovada imagen tras más de dos meses de una minuciosa restauración sin trasladarse de su ubicación en el interior del templo a cargo del equipo de técnico formado por Jesús Puras y Emilia Fernández. No solo ha recuperado su integridad estética y material este conjunto esculpido en piedra, sino que ha desmontado que su origen sea románico, como se presuponía hasta ahora. A la espera del resultado de los estudios más concluyentes, que llegarán pronto, todo apunta que su origen se sitúa «entre el siglo XIV y el siguiente; está vinculada a la fábrica gótica o a las primeras estructuras de la fábrica gótica», avanzó Puras.

Dos días antes de celebrar la festividad, cuando se adornará con laurel símbolo de los triunfadores como manda la tradición –se colocará de otra manera para no dañar los trabajos–, el deán de la Catedral, Benito Gallego, presentó unos trabajos con cuyo resultado se mostró muy satisfecho acompañado del canónigo fabriquero de la Catedral, José Ramón Garcés; la directora de Bienes Culturales de la Diócesis de Oviedo, Otilia Requejo; el director general de Accesión Cultural y Normalización Lingüística de la Consejería de Cultura, Antón García Fernández, y los responsables de la restauración.

Puras se encargó de detallar los trabajos iniciados el pasado mayo, que consistieron principalmente en la «supresión de un repinte de la primera mitad del siglo XIX». Debajo han descubierto numerosos estratos polícromos de distintas épocas.

La imagen se asemeja ahora mucho más a su estado original, con una tónica de color azul con una decoración en hiedra, símbolo de la eternidad divina, y el envés de la tela realizado el naranja, el manto rojo y el orillado orado. Han repuesto igualmente la Cruz de Orbe, en tono malaquita o azurita «que imitaba la transparencia, el color que ellos interpretaban como del cosmos, y que ha sido también muy importante para datar la imagen».

Una serie de brocados, ahora difíciles de apreciar, se imprimieron entre el segundo tercio del siglo XIV y el segundo tercio del siglo XV, «una técnica muy exquisita de origen flamenco». «Pocas décadas después hicieron una decoración en tonos negros, arabesca, que son decoraciones vegetales, geométricas y letras en árabe». El Salvador luce en su hombro izquierdo una leyenda en árabe, aunque escrita de izquierda a derecha, como se escribía el lenguas romances, que se refiere a la gloria del resucitado, 'Dios es grande'.

Reliquias en su interior

La obra se realizó en la capilla de la torre, indicó Puras, y tiene una altura de 1,83 metros. Se erige sobre una peana que, desveló, contiene en su interior un depósito con reliquias sellado con plomo. La imagen se encuentra en buen estado de conservación: «Los únicos deterioros que tenía eran los ocasionados por la revolución de octubre del 34, en esta zona hubo una fuerte tiroteo y sufrió daños en las manos, el orbe y una parte de los pies».

Gallego avanzó que siguen esperando por la restauración de las vidrieras y que el Principado retome la obra para la eliminación de las humedades en la cripta de Santa Leocadia, así como afrontar mejoras en las cubiertas.

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