La subida de los tipos de interés y la inflación estancan la venta de pisos desde septiembre

Así, el precio medio de la vivienda vendida en la ciudad en 2022 alcanzó los 112.759,68 euros, lo que supone una pequeña subida de 395,56 euros con respecto a 2021. Hay que señalar que con respecto a 2020, la caída del precio medio ha sido de 6.891,95 euros. En comparación con la media asturiana, en la capital es bastante inferior, pues durante 2022 los pisos en la región se han vendido a una media de 143.781,58 euros, lo que supone una diferencia de 31.021,90 euros.

Con estas cifras se puede decir que el precio medio del metro cuadrado en Oviedo en 2022 es de 1,573,12 euros, mientras que en Asturias alcanza los 1.811,80 euros por metro cuadrado útil.

«Los datos muestran que las ventas se mantienen estables, si bien en 2021 se comenzó a recuperar la actividad tras la pandemia, en 2022 se ha visto afectada por la guerra de Ucrania y las consecuencias socioeconómicas de ella derivadas», explican los técnicos de la Unión de Inmobiliarias de Asturias en el informe, aunque la presidenta, Katia Domingo, hila un poco más fino: «Desde el mes de septiembre se ha ralentizado el mercado por la subida de los tipos de interés y la inflación. Los últimos cuatro meses del año no es que hayan sido malos, pero se ha notado que se vende menos que en el resto».

Por zonas, el análisis no presenta grandes sorpresas. Las más caras siguen siendo las más caras y las más baratas otros años siguen a la cola. La zona más cara de la ciudad para comprar vivienda es el centro oeste (calles Asturias, Cervantes, plaza de América o avenida de Galicia) con 2.497 euros el metro cuadrado; seguida por el centro este, con 2.015,42 euros el metro cuadrado. La más barata o asequible es El Cristo, con 991,32 euros, que sigue pagando el traslado del Hospital año tras año. La segunda más barata es La Tenderina, con una media de 1.075, 40 euros el metro cuadrado.

Eso sí, en Oviedo cada año se venden los pisos más rápido, ya que si en 2020 el periodo medio de venta era de 114 días, en 2022 esa cifra llega solamente a los 44 días. Con un dato llamativo, además, y es que los pisos con cuatro habitaciones son los que más rápido se venden, con apenas 43 días de espera. «Las familias cada vez buscan más amplitud y se decantan para esa cuarta habitación que les ofrece la posibilidad de tener un cuatro a modo de despacho donde teletrabajar. Esa es una característica que ha traído la pandemia y que ha venido para quedarse. Se venden más rápido porque hay menos pisos con cuatro habitaciones en el mercado», explicó Katia Domingo.

Ya en números generales y con respecto a otros años, la vivienda de dos habitaciones es la que más ha subido en cuanto a la petición de los compradores porque en 2020 suponían el 33,3% de las ventas mientras que en 2022 ha alcanzado el 42,2%. En el resto de ventas, por habitaciones (1, 3 y 4), el porcentaje ha ido bajando aunque de forma imperceptible en muchos casos.

Respecto al comprador medio, el perfil dominante es el de un o una ovetense de 43 años de edad -de media- que compra un piso «para destinarlo mayoritariamente a vivienda (58,8% de las personas) aunque no es despreciable la cifra dedicada a inversión (17,7%); o a ambas, que supone el 23,5% de todas las ventas». El mayor número de ventas de pisos en la ciudad se produjo en el mes de junio.

En ese sentido, Domingo resumió el 2022 como «un año de estabilidad al que le ha llegado una ralentización en septiembre que, aunque haya sido una ralentización moderada, está muy lejos de las caídas de ventas absolutas que nos trajo la crisis inmobiliaria de 2008».

Para la presidenta de la Unión de Inmobiliarias, «la gente se ha retraído por la inflación y, sobre todo, por al subida de los tipos de interés, que han hecho las hipotecas más caras, aunque a mí me parece que no ha sido para tanto el incremento porque estamos hablando de un tipo del tres por ciento en una hipoteca a 30 años». Lo que ocurre, argumentó, «es que venimos de tiempos de tipos muy bajos, pero los bancos siguen concediendo hipotecas con total normalidad». Y añadió que «en 2023 seguiremos con esta tenue ralentización, aunque ni mucho menos volveremos a los problemas de 2008».