Los vecinos se movilizarán contra el parking bajo El Campillín de Oviedo: «El parque es inamovible»

El equipo de gobierno de Oviedo pretende construir un aparcamiento bajo la zona noroeste del parque del Campillín, crear encima una plaza que funcione como entrada al casco histórico en continuidad con las calles Carpio y Oscura y, con ello, según el planteamiento de la concejalía de Nacho Cuesta, fomentar el acceso peatonal al centro. Ese es el embrión, pues el plan del gobierno local aún se encuentra en una fase muy temprana –sólo se han contratado los estudios de viabilidad geotécnica–, pero ya se han encontrado con la oposición frontal de los vecinos.

Estos se reunieron durante la tarde de este lunes en una cafetería de la calle Fernando Alonso para debatir al respecto y proponer futuras movilizaciones bajo la premisa de que «el parque es inamovible», según advirtió el presidente de la agrupación vecinal Santo Domingo-Campillín, Arturo Vilariño, que estuvo arropado por representantes de otros colectivos como Oviedo Redondo,Otero Norte, Villafría-Fuente Pelayo, la plataforma contra el derribo de La Malatería, Uniendo Barrios, Ecologistas en Acción, Amigos de la Naturaleza y diversos vecinos del barrio.

Una de sus principales preocupaciones, el saldo ecológico del proyecto. «No permitiremos que talen todos los árboles del parque para después hacer una plaza de cemento como la del Palacio de los Deportes», sentenció Vilariño. Es por ello que se movilizarán el próximo 10 de junio, Martes de Campo, al grito de «El Campillín no se toca». Animan a los ovetenses a acudir ese día a comer el bollo en el parque.

El aparcamiento de El Campillín aparece recogido en la Agenda Urbana, el documento con las principales actuaciones a llevar a cabo en la capital de aquí a 2030, como uno de los proyectos esenciales para promover «la regeneración y la renovación urbanas a gran escala».

Los vecinos de zonas como El Campillín o El Antiguo consideran que se trata de una contradicción y que para alejar realmente el tráfico del centro, un parking disuasorio debería ubicarse, como se ve en otras ciudades, en las afueras y no dentro de uno de los anillos de la Zona de Bajas Emisiones. El gobierno local incluyó este proyecto en su capítulo de 'metamorfosis urbana', cifró su presupuesto –que no está cerrado– en 30 millones de euros y lo unió en importancia a otros planes de envergadura como la reordenación de La Vega, la transformación de la Fábrica de Gas y la ampliación del parking de La Escandalera.

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