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Gustavo Peña, ante el auditorio. MARIO ROJAS
«Hay muy buenos cantantes que pierden papeles por su aspecto físico»

«Hay muy buenos cantantes que pierden papeles por su aspecto físico»

El tenor de 'El Mesías' de hoy en el Auditorio de Oviedo con el Coro de la Fundación Princesa y la OSPA viene de triunfar en Alemania con 'Hamlet'

Viernes, 21 de diciembre 2018, 01:21

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Eel tenor canario Gustavo Peña viene de triunfar en la ciudad alemana de Chemnitz con un 'Hamlet' de Faccio apenas representado que no solo le ha granjeado los aplausos del público y la crítica, sino que le ha abierto las puertas «a varios papeles en España». Esta tarde se sube al escenario del Auditorio de Oviedo como tenor solista del 'Mesías' de Haendel que, tradicionalmente, marca la llegada musical de la Navidad a la capital asturiana. Respaldándole, el Coro de la Fundación Princesa y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, dirigida por Rossen Milanov. A su lado, la soprano Sonia de Munck, la mezzo Karina Demurova y el bajo Mikel Zabala.

-Viene de triunfar en Alemania con la ópera 'Hamlet', en el Teatro de Chemnitz.

-Fue un éxito inesperado, porque nunca había cantado en esa ciudad, donde precisamente es director musical del teatro Guillermo García Calvo. El día del estreno de esta ópera en Italia, en 1865, se puso malo el tenor y, tras aplazarlo unos días, al final lo obligaron a cantar y fue un desastre. Por eso quedó esta ópera un poco olvidada. Tras recuperarla con éxito en Suiza, ahora lo han hecho en Alemania. Y todo fue muy bien.

-De la ópera, a un oratorio de Haendel en Oviedo, que usted ya había cantado en la Catedral en 2012.

-Me dio mucha alegría ver que las entradas estaban agotadas, y lo cierto es que en el auditorio estamos todos mucho más cómodos, aunque se pierda un poco de encanto. Las catedrales tienen el problema de que se oye diferente según dónde estés sentado, cambia mucho la acústica. Y además, en la de Oviedo, pasamos bastante frío. Así que estoy encantado. Le tengo mucho cariño al 'Mesías', lo conozco bien y lo disfruto mucho. Es curioso ver cómo se ha generalizado la versión recortada en todo el mundo para que el concierto no dure demasiado. Supongo que tiene que ver con la prisa de estos tiempos.

-¿Qué tiene de especial esta obra para usted?

-Es una obra muy bien pensada. Cuando se dice que se abre el cielo, predominan los agudos y los timbres brillantes. Cuando se habla del infierno, los graves, con presencia del bajo con los chelos y contrabajos. Es una obra llena de detalles y matices que imita musicalmente las risas del pueblo, el balido de las ovejas, es muy descriptivo.

-¿Dónde se siente más cómodo, en la música sinfónica o en la ópera?

-Me gustaría seguir haciendo de todo un poco, porque enriquece. La ópera y la música sinfónica son dos mundos paralelos, parece que cuando te especializas en uno no te llaman para el otro. La ópera desarrolla mucho la voz y la parte teatral, es más expansiva. A mí me gusta más lo sinfónico, pero siempre que puedo hago algo de ópera. Y ahora, tras este 'Hamlet', me han ofrecido cosas interesantes para la próxima temporada.

-Celso Albelo, Jorge de León, Pancho Corujo, Gustavo Peña... ¿Qué pasa con los tenores canarios?

-Hay una buena camada, es verdad. Se comenta que en Canarias siempre hay tenores y sopranos para regalar, pero no hay bajos ni contraltos. Supongo que influirá el clima, o vete tú a saber. La población de canarias es muy cantarina, hay un punto latino que nos lleva por la música. Ya en la tele ves a niños cantar en los programas de folklore que te llaman la atención.

-¿Cómo ve de salud a la música clásica en España?

-Vengo de Alemania, y allí está instaurada y asentada. Todas las ciudades, aunque sean pequeñas, tienen un teatro estatal y se programan cosas todo el año. Ellos dan por hecho que tiene que hacerse aunque no sea rentable. Aquí se entiende como un lujo, no como una necesidad.

-¿Por qué cree que pasa esto?

-Siempre se asocia la música clásica con lo elitista, porque en su momento lo fue. Pero ahora no es así. Es complicado cambiar eso.

-¿Es de los que solo escucha música clásica o navega por otros estilos?

-Me gusta toda la música, yo recalé en lo lírico de casualidad. Trabajé siete años en enfermería, y mira dónde he terminado. No me gusta aislarme, quiero vivir en el mundo. Eso sí, el reguetón es algo que no soporto y el 'chunda-chunda' no me va. Cuando escucho música busco cosas que pueda entender y que tengan un mínimo de calidad.

-¿Qué hay que tener para triunfar en la música?

-No influye solo que seas bueno. Tienes que estar en el momento adecuado en el lugar adecuado, conocer a la gente adecuada... Los directores de escena tienen también mucha influencia, así que además, si es posible, tienes que ser guapo y tener buen físico para hacer ciertos papeles.

-¿Ya no se llevan los tenores y sopranos corpulentos?

-Los que hay es porque son muy, muy buenos, pero sé que hay gente que tiene que adelgazar porque empieza a perder trabajos en la ópera. Es triste, pero hay buenos cantantes que pierden papeles por su aspecto físico.

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