Las setas, protagonistas de los bosques

Las setas crecen en todas las zonas de Asturias, entre castaños, pinos, abedules y robles y son una excusa perfecta para perderse a disfrutar de los pardos colores de nuestro bosques, aunque es imprescindible que tras la recolección, «un experto las revise y se cerciore de que no son tóxicas», advierten los especialistas.

Este año las expectativas están altas, pues como explican desde la Sociedad Micológica de Asturias, «el agua de estos días puede ser muy buena para que vayan saliendo». Así, el fin de semana se convierte en la ocasión perfecta para que todos los seteros, que cada vez son más, se lancen en busca de hongos, pero, pese a la cantidad de lugares en los que se pueden recoger, hay algunos especialmente recomendables por la cantidad de especies que allí albergan y por los restaurantes que se agrupan en la zona para completar la mañana de caminata alegrando el paladar.

En el Occidente de Asturias, es el caso de Salas uno de los concejos favoritos para recogerlas. Los pinos silvestres que crecen allí son un ecosistema ideal para encontrarlas. Además, en la cima del monte Viso se puede aprovechar para visitar el Santuario de la Virgen del Viso y conocer su leyenda. Para completar la jornada, no hay mejor plan que pararse a disfrutar de las setas, pero esta vez en el plato, en el asador Virgen del Viso.

Tanes y sus alrededores, en el concejo de Caso, también es una buena opción para empaparse de la micología. Ubicado en el Parque Natural de Redes, esta pequeña localidad es muy rica en cuanto a setas se refiere. Aunque dentro del Parque no se puedan recolectar, sí pueden observarse, y cuando llegue la hora de degustarlas, se puede aprovechar para ir al bar Linares. La ruta de Los Cabornos, en Sobrescobio, es también un buen escenario para observar su crecimiento.

Para quien prefiera no alejarse demasiado de Gijón, en el monte Deva se puede visitar un pinar con una micología sumamente rica. Desde allí, además de recolectar, se podrá observar una espectacular panorámica de Gijón y su costa. Y tras la caminata, en apenas unos minutos se estará de vuelta en pleno centro de la ciudad, donde podrá degustar las setas en El rincón de la Tata, uno de los restaurantes que siempre tienen setas en su carta.

La Asociación piloñesa de micología apuesta por la zona de Espinaréu y es que se enorgullecen de la riqueza de setas de la que gozan sus suelos. «Alrededor de Infiesto hay buenas zonas de recolección. En una mañana normal podemos recolectar más de 200 tipos de especies». Como no podía ser de otra manera, aquí los restaurantes se vuelcan con este producto como, por ejemplo, La Verja, Los Caños y Casa Maruja.

Además, para quienes prefieran iniciarse en el mundo micológico de la mano de expertos, la Sociedad Asturiana de Micología organiza excursiones y cursos. Es fundamental que todos aquellos que se lancen a los bosques a recoger setas, cuiden los ecosistemas para garantizar el futuro micológico del paraíso.