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La agenda de los delegados del gobierno.

Delegado activo, delegado ahorrativo

La agenda cubierta por De Lorenzo en 2014 limitó a 114 los días ocupados por entrevistas o actos

RAMÓN MUÑIZ

Lunes, 16 de febrero 2015, 00:18

De Gabino de Lorenzo se dijo que mandaba el Ayuntamiento de Oviedo a distancia, filosofía que lleva tres años sosteniendo como representante en Asturias del Gobierno central. En la plaza de España número 6, sede de la Delegación del Gobierno, «pasan semanas sin que le veamos el pelo», admite un empleado. La planta donde tiene despacho el jefe de la casa y su equipo, era la legislatura pasada un mundo de llamadas y recepciones que ahora más parece lugar de recogimiento.

EL COMERCIO ha logrado copias de las agendas mantenidas por los delegados desde el año 2007 hasta el pasado diciembre. Registran cada evento en el que Antonio Trevín, el 'interino' Francisco González Zapico (estuvo dos meses y medio) y Gabino de Lorenzo tenían comprometida su presencia, en cuáles designaron a un subordinado para que los librara, qué entrevistas se concertaron en el despacho oficial y por qué motivo.

Los dietarios de 'Asistencias a actos' acreditan que la hiperactividad es cosa del pasado. En los tres años que lleva De Lorenzo apalabró su asistencia a 153 ruedas de prensa, visitas oficiales, homenajes y funerales. Los colaboradores encargados de registrar estos movimientos no especifican si al final su jefe asistió o no, si bien este periódico tiene constancia de varias faltas. En su último trienio al frente de la institución, Antonio Trevín se dejó ver en 465 actos sociales, es decir, el triple. Su equipo sí detalla en qué ocasiones llegó tarde o cuándo le fue imposible cumplir la obligación.

Otro dato. La Delegación del Gobierno, como institución, comprometió su participación en 271 actos públicos en la etapa de De Lorenzo; para el 43,5% el jefe designó a alguien de su equipo para que le representara. Quien más veces ha entregado premios, pronunciado discursos o aplaudido en nombre del exalcalde es su jefe de Gabinete, Alberto Mortera. Los 44 actos protocolarios en los que ejerció la alta representación del Gobierno central se concentran al principio y al final de los dietarios. En 2013 el antiguo edil redujo su protagonismo, quizás porque debía defenderse de una imputación por supuesta prevaricación, cohecho y tráfico de influencias. La complicación estuvo motivada por el dispar comportamiento sancionador mostrado por la Concejalía de Urbanismo que rigió en lo tocante a las terrazas, asunto que terminó archivado provisionalmente por falta de pruebas.

Mortera, por cierto, debutó en las suplencias con la Feria de LibroOviedo y es ya habitual que reemplace a De Lorenzo en cuantos eventos se desarrollan en la capital, evitando así que Agustín Iglesias Caunedo coincida con su antecesor.

Distintas compañías

El rastro de Trevín en su agenda le retrata como delegado de poco delegar. En sus últimos tres años la institución comprometió su participación en 524 eventos públicos y el exalcalde de Llanes sólo cedió la representación en el 11,2%. Todos eran asuntos sectoriales y ninguno se celebraba en Llanes, la plaza donde el socialista se dio a conocer como político.

En el registro de 'Reuniones y entrevistas' las distancias se acortan. Los dietarios conceden a De Lorenzo 262 encuentros frente a los 440 que sumó Trevín en 2009, 2010 y 2011.

Varía el ritmo y también el perfil de quienes entra al despacho. El actual delegado apenas cultiva encuentros que no sean con la Guardia Civil y la Policía, los alcaldes, los responsables de la Confederación Hidrográfica, la Agencia Tributaria, la Abogacía del Estado, miembros de la Iglesia y sindicalistas como José Ángel Fernández Villa. Entre los asuntos que más ocuparon a De Lorenzo en sus charlas está el futuro de Santa Bárbara, las inundaciones, el conflicto por el cuartel de Langreo y la mina de Salave.

La agenda de Trevín perfila un círculo de relaciones más amplio y en él cabe la discusión de «asuntos personales» del delegado o su interlocutor. Además de encontrarse con quienes hoy frecuentan a De Lorenzo, el expresidente debatió con consejeros del Principado, políticos de otro color, periodistas de varios medios, reconocidos empresarios y pequeños emprendedores que buscan su apoyo. Al socialista le cuentan en 2007 los técnicos de la variante de Pajares los problemas de la obra y le advierten de una posible perrera ilegal, en 2008 busca arreglo a la llegada de menores extranjeros no acompañados y en 2009 trata de desatascar la gestión de los Fondos Mineros.

Sumadas las asistencia a actos públicos y reuniones el balance es de 905 actividades para el delegado socialista en su último trienio frente a los 415 de su sucesor popular. La tasa de actividad de De Lorenzo decayó en 2014. En los 365 días del año, sólo tuvo ocupados 114 con entrevistas y actos. De lo que hizo en los 251 restantes no hay noticia en las agendas de entrevistas y actos públicos.

La escasa notoriedad de De Lorenzo causa resignación en el PP. El partido aseguró que con su salida de la Alcaldía ganaba una «presencia fuerte» en el ámbito institucional, capaz de dar el contrapunto al entonces presidente regional, Francisco Álvarez-Cascos. El dos décadas alcalde de Oviedo ha mostrado escaso interés en ajustarse a ese guión y sigue fiel a su declaración de mayo de 2008. Entonces pidió los papeles del retiro y dijo: «He aprovechado la jubilación para replantearme mi actividad». En doce meses «he asistido a más misas y funerales que en toda mi vida», justificó. En adelante renunciaba al debate regional, nacional y a «la representación institucional del Ayuntamiento». También a su sueldo de 90.000 euros anuales, para contentarse con una pensión que es un tercio.

Sin asistente de prensa

De Lorenzo se convirtió así en uno de los pocos alcaldes que tomaba por costumbre no asistir a los plenos de su Ayuntamiento, igual que hoy es quizás el único delegado sin responsable de prensa. Al que le asistía los primeros meses lo despidió porque se bastaba y sobraba para gestionar sus encuentros públicos. Esa austeridad la ha extendido a otros ámbitos. Bajo su tutela, el gasto en bienes corrientes y servicios de la institución ha menguado a un promedio de 339.989 euros anuales, un 36,3% menos que su antecesor. El dato excluye su actual retribución, de 82.638 euros el pasado año.

El más veterano de los delegados cumplió el sábado 72 años, edad extraña para el cargo; de los 19 altos representantes territoriales del Gobierno de Mariano Rajoy sólo tres pasan de los 60. El factor marca toda comparación. Trevín se puso al frente de la Delegación con 48 primaveras, la misma edad con la que De Lorenzo recogía por primera vez el bastón de mando de Oviedo.

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