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Alonso escucha a Barrio, este martes, en el Parlamento vasco. ADRIÁN RUIZ-HIERRO / EFE

Casado cierra la coalición con Ciudadanos en el País Vasco pese al malestar de Alonso

La negociación abre una brecha entre la dirección nacional del PP y la territorial a puertas de la campaña | Los populares vascos anticipan que su presidente mantendrá la candidatura a lehendakari

Nuria Vega

Madrid

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Jueves, 20 de febrero 2020

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El compromiso de las direcciones nacionales de PP y Ciudadanos, que estamparon su firma en un documento, garantizó este viernes que ambos partidos concurrirán en coalición el 5 de abril en el País Vasco. Los populares, sin embargo, afrontan los comicios con importantes heridas internas que coser. Las últimas horas de la negociación han servido para constatar el deterioro de las relaciones entre la cúpula de Pablo Casado y la organización en Euskadi, encabezada por Alfonso Alonso. Una crisis que, por recurrente, habla de las muy diferentes perspectivas de unos y otros, también sobre la política vasca.

El pacto, que permitió registrar la coalición en plazo, no contó hoy con el visto bueno previo de Alonso, que expresó su malestar por la falta de interlocución con la dirección del PP no acudiendo a un encuentro por la mañana en la sede nacional del partido al que le había convocado por 'whatsapp' la responsable de Organización, Ana Beltrán. Fuentes del entorno del dirigente vasco subrayaron que hasta este jueves sólo habían sabido por la prensa del avance de las conversaciones con Ciudadanos y que no podían suscribir un acuerdo que, en principio, en los términos desvelados, ni tan siquiera compartían.

Lo que ahora ha quedado plasmado en el texto es que las dos formaciones de la derecha aunarán fuerzas en el País Vasco bajo la marca 'PP+Cs'. Pero, además, los populares se comprometen a garantizar «dos puestos de salida» en las listas electorales a su socio de coalición, que es precisamente el punto que el jueves originó la tormenta interna.

Aunque el papel oficial no lo concreta, fuentes de Ciudadanos dieron por cerrado esta semana que a ellos les corresponde designar al número dos de las candidaturas de Vizcaya y Álava. Y esa posibilidad es la que más recelos despierta en el PP vasco, donde se han encendido todas las alarmas. Voces del partido en este territorio, consideran que, de llevarse a efecto, sería un «regalo inaceptable», dado que los liberales no cuentan a día de hoy con representación parlamentaria ni concejalías.

Tampoco tranquiliza en exceso la expresión «puestos de salida» incluida en el acuerdo, aunque sí admite más flexibilidad que el planteamiento inicial. La explicación de por qué inquieta se encuentra en las encuestas. Los últimos sondeos no han sido muy halagüeños para los populares. El de GAD3 para 'ABC' anticipa que el PP perderá dos diputados y se quedará en 7. Y el de EITB concede al partido entre 5 y 6 parlamentarios. Así que los «puestos de salida» están muy cotizados y son escasos.

Cargos del PP en el País Vasco sostienen que abrir ese espacio de dos representantes para Ciudadanos supone dejar considerablemente menguada la fuerza de los populares, que aunque han ido cayendo elección tras elección, siguen manteniendo de una estructura y un electorado del que los liberales carecen.

Materializar el pacto

Esa, la de las listas, será, en todo caso, la batalla que se libre hasta el 1 de marzo, que concluye el periodo para la presentación de las candidaturas. Y para esa etapa, las filas del PP vasco están cerradas, pese a la disparidad interna de criterios, con Alfonso Alonso.

Él es, a día de hoy, el candidato, aunque su nombre no figure en el documento firmado ayer por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el dirigente de Ciudadanos, Carlos Cuadrado. Según varias fuentes consultadas, el jueves Alonso conversó, además, con Pablo Casado, y en la dirección del partido en Euskadi descartan que vaya a dar un paso a un lado, pese a las tensiones y las desavenencias posteriores. Nadie de la cúpula se pronunció al respecto, aunque dejaron la decisión de aceptar el acuerdo en manos del dirigente vasco.

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