Ellen MacArthur: «Necesitamos un marco político mundial que ponga fin a la contaminación por plásticos»
La Premio Princesa de Cooperación Internacional 2022 alerta a su llegada a Oviedo de que «no podemos seguir haciendo las cosas como antes porque nuestros recursos son finitos»
Ellen MacArthur ya está en Oviedo. La exregatista y emprendedora social británica, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2022, era recibida oficialmente a primera hora de la tarde en el Hotel de la Reconquista, donde poco después ofrecía su primera rueda de prensa. Una intervención en la que la también fundadora de la ONG que lleva su nombre (creada con el objetivo de cambiar los hábitos de producción y consumo de la economía mundial y acelerar la transición hacia la llamada economía circular, que trata de utilizar los residuos para volver a producir nuevos productos, aprovechando al máximo los recursos) defendió que «necesitamos un marco político mundial que ponga fin a la contaminación por plásticos desde la raíz».
Por eso lleva Ellen MacArthur peleando sin descanso doce años, porque, como alertó la exnavegante inglesa, «está muy claro que no podemos seguir haciendo las cosas como antes, ya que nuestros recursos son finitos» y «las cifras de contaminación por plástico siguen subiendo». Solo un dato que le sigue resultando «sorprendente»: «En el mundo se producen cada año 18 millones de toneladas de envases plásticos».
La galardonada con el Princesa de Cooperación abogó así por «un sistema económico que funcione a largo plazo, que haga del mundo un lugar mejor». Y, para ello, hay que dar el salto de la economía lineal, «del producir, usar y tirar», a ese círculo en el que los residuos puedan tener valor y una nueva vida útil.
Con ese objetivo trabajan con cientos de gobiernos y empresas de todo el mundo, sin olvidarse en su ecuación sostenible de que «ellas son las que crean empleo», por lo que su propuesta «no es terminar con todo, sino cambiar lo que tenemos». Y, para eso, es necesario un esfuerzo global, de las potencias mundiales a los mercados emergentes, «voluntad política e innovación empresarial, porque no podemos olvidarnos de que vivimos en un mundo globalizado. Necesitamos igualdad de oportunidades para crear una nueva economía del plástico».
