«No estaremos seguros hasta que todos estemos protegidos con la vacuna»

Como una regla del nueve, el coronavirus ha servido para evidenciar los fallos del sistema. La covid ha acentuado y expuesto las desigualdades del mundo. Sin necesidad de mucho análisis, la primera salta a la vista. Mientras en Europa ya se está inoculando la tercera dosis, en muchos países africanos todavía no han tenido acceso a la vacuna. Por eso, Lucy Lake y Fiona Mvhinga, las responsables de Camfed que ayer ofrecieron una rueda de prensa en Oviedo, advirtieron: «Debemos dar un mensaje muy poderoso: No estaremos seguros hasta que todos estemos protegidos. En las comunidades en las que nosotras trabajamos hay una enorme desigualdad en cuanto a recursos y la falta de suministro de la vacuna la agrava». Porque no se trata de reticencias a la fórmula. «En nuestros países la proporción de vacunas administradas no es baja porque la gente la rechace, sino porque no hay disponibles. En cuanto lo están, la población las acepta inmediantamente».

Un efecto más de los muchos y «devastadores» que la pandemia está teniendo en África. «Por eso es importante reconocer la importancia de apoyar a las niñas en su escolarización, con redes y líderes que levantan la voz por estas jóvenes que podrían estar sometidas a matrimonios precoces», defendieron.

Y por eso es tan importante un apoyo «holístico» como el que ofrece Camfed, que se nutre de las mujeres que ya han sido apoyadas y que ahora utilizan su posición de poder para ayudar a las nuevas generaciones. Porque no hay que olvidarlo: «No es cierto que las niñas africanas no vayan al colegio por motivos culturales. El principal motivo es la pobreza».