Premios Princesa de Asturias 2020 | A cien por hora por el centro de Oviedo

«Salimos a la primera curva de 90 grados. Hay que tener cuidado con los bordillos, que son altos y puedes descolocar el coche. Tenemos, a continuación, una recta medio-larga. Después, otro giro de 90 grados un poco más rápido que el primero. Justo en la mitad de la tercera recta, peligro, un badén...».

Desafiar al piloto Diego Ruiloba a una partida en un videojuego de carreras de coches supone casi perder de antemano. Básicamente porque el praviano es un jugón en toda regla. Un virtuoso para citas como el Campeonato de Rally Virtual, sustentado sobre la plataforma del conocido programa 'Assetto Corsa', que ha programado, durante este fin de semana, la Fundación Princesa de Asturias como homenaje al campeón Carlos Sainz, cuya figura es la silueta de una gran estrella, de un piloto de un mundo reservado para muy pocos.

En este tipo de carreras virtuales, los 'simracers', como son conocidos los pilotos, no sienten los efectos, por ejemplo, de las fuerzas G en las frenadas, ni se dejan llevar por las inercias. Pero el software es muy sensible y el coche, un único modelo para todos (un Toyota Celica ST185), ofrece un comportamiento muy parecido a los de las pruebas de verdad.

«Las competiciones virtuales son casi más difíciles que las reales, porque tienes que conducir al límite ya que siempre podrás repetir. En la realidad, cualquier fallo se paga caro», advierte Ruiloba, piloto de la potente escudería NWS ESports -el año pasado fue miembro del equipo de Fernando Alonso-, que compagina ambas disciplinas: este fin de semana correrá este rally virtual por el centro de Oviedo y una nueva prueba del Campeonato de España de Montaña Virtual, pero, dentro de dos semanas, se subirá a un Peugeot 208 de los de verdad en el Rally Princesa.

La Fundación ha preparado un trazado virtual por el centro de Oviedo que concuerda con las calles y espacios más emblemáticos de la ciudad: Teatro Campoamor (donde se ha instalado la salida y la meta), el hotel de La Reconquista, las calles de Uría, Toreno, Gerenal Yagüe, Gil de Jaz y Marqués de Teverga, la Plaza América, la avenida de Galicia, las calles de Santa Susana y Santa Cruz, y La Escandalera.

Participar en una prueba como esta es una maravilla. Diego Ruiloba, como el resto de miles de aficionados apasionados de la conducción, reconoce que correr por las calles de Oviedo le produce un cosquilleo interior distinto. La posibilidad de volar a «más de cien kilómetros por hora» por alguna de estas calles es una locura reservada, en este momento, para muy pocos. Y más si se cuenta con un equipamiento completo -volante, asiento, cuatro pantallas y cambio de marchas- que permite trasladar con toda naturalidad cualquier movimiento del yo de carne y hueso que controla el yo virtual.

Este tipo de competiciones se enmarcan bajo el nombre de 'simracing'. Es decir, simulaciones virtuales fidedignas de carreras de coches. El período de inscripción se cerrará esta próxima madrugada. Cada piloto podrá hacer el trazado cuantas veces quiera hasta la hora de la verdad. Los participantes han sido divididos en franjas horarias entre mañana y el domingo con un único fin: subirse a lo más alto del podio.