Álvaro salva al Real Avilés de un apuro

No hubo sorpresas en el once inicial de Javi Rozada. El rival y las características del terreno de juego, sintético y de reducidas dimensiones, invitaban a poblar el centro del campo para ganar la batalla que a buen seguro que iban a plantear los sevillanos. El tridente Gete-Mecerreyes-Kevin Bautista sirvió de escudero para que los tres jugadores más en punta, Davo por la derecha e Isi Ros por la izquierda, con Santamaría por el centro, buscasen continuamente espacios en la salida de balón.

Los primeros minutos fueron de tanteo y el Avilés demostró su buen posicionamiento para no cometer ni un error en la salida de balón ante un Antoniano que apretaba y quería aprovechar un aliado inesperado en la primera mitad como era el viento que soplaba en el estadio municipal.

En ese campo cualquier error puede ser fatal y los centrales Josín y Babin lo tenían claro, si había apuros con la presión local enviaban en largo para las carreras de Davo por la derecha e Isi Ros por la izquierda, con Santamaría y Kevin Bautista muy atentos a las segundas jugadas.

El Antoniano avisó por la banda derecha tras un error de Kevin Bautista y el centro final de Javi acabó en córner. Pero el Avilés no se inquietó porque estaba muy bien plantado sobre el campo, sin exponer en exceso el balón atrás, y con movilidad arriba para dar soluciones ofensivas. Así fue poco a poco creciendo el equipo blanquiazul, que a partir del cuarto de hora de partido logró bajar la pelota al césped y ahí comenzó su etapa de mayor dominio y mejores ocasiones de la primera mitad.

Primero fue Davo quien asistió al área para Isi Ros, aunque el murciano, bien contenido para no caer en las provocaciones de los jugadores del Antoniano, estuvo a punto de conectar un remate a puerta. Casi a renglón seguido llegaría una de las ocasiones más claras, con una buena conducción de Kevin Bautista que disparó desde la frontal del área y el balón fue desviado por un defensor local a córner.

El Avilés dominaba el partido y merecía el gol. A punto estuvo de conseguirlo en el minuto 17 Santamaría en un remate en plancha tras un centro desde la derecha, pero no orientó bien la cabeza y el esférico se perdió por la línea de fondo.

El choque estaba propicio para un gol del Avilés que podía haber desactivado definitivamente al Antoniano y a una grada muy animosa que a medida que avanzaba el partido reconocía los méritos de los avilesinos.

Davo también tuvo su oportunidad en un disparo desde la derecha que acabó desviando el portero local Diego. El Avilés lo seguía intentando hasta el descanso, y llegó incluso a disfrutar de un gol anulado por fuera de juego de Isi Ros, pero fue incapaz de mover el marcador a su favor. Por su parte, el Atlético Antoniano sólo dispuso de una falta peligrosa al borde del área que acabó sin peligro en las manos de Álvaro Fernández.

La segunda mitad empezó con el mismo guión que la primera, con un Avilés serio que buscaba salir al contragolpe. Lo intentó en una buena combinación de Isi Ros con Davo, aunque el disparo se fue lejano. A continuación, Santamaría se iba al suelo dentro del área, aunque el árbitro no vio nada punible.

Pero los locales salieron con más ímpetu y enseguida buscaron la espalda de Soler con varias jugadas enlazadas que no entrañaban mucho peligro pero servían para meter de nuevo al público en el partido. Mike Cevallos tuvo una de las ocasiones más claras y apunto estuvo de sorprender a Álvaro. Era el aviso de los locales, más activos y aupados por la grada.

El Avilés jugó con cabeza la segunda mitad, sabedor de que el factor campo es importante e inquietó mucho menos a la portería de Diego. Sólo un intento de remate de Mecerreyes a centro de Gete y una llegada en la que Javi Cueto pidió penalti crearon peligro. El equipo de Rozada sabía guardar la ropa, pero no tenía la fluidez en ataque de la primera mitad.

El partido parecía destinado a un reparto de puntos, pero el árbitro le dio máxima emoción con el minuto 90 cumplido. En la salida de una falta varios rechaces de cabeza casi al borde del área acabaron en el golpeo del balón en el brazo de Isi Ros. El colegiado canario no dudó y pitó penalti. Pero emergió la figura de Álvaro, que aguantó todos los amagos de Guille e hizo una parada antológica de esas que pasan a la historia.