Botín escaso para un buen Oviedo

En la a primera parte, Cazorla mandó en el partido y Hassan generó muchas ocasiones. Tras el descanso, el equipo de Paunovic bajó algo el rendimiento y cedió demasiado terreno que el Racing aprovechó para ser más incisivo. Rahim firmó un gran encuentro en el lateral y fue uno de los jugadores más destacados del equipo. El empate deja a los azules a cuatro puntos del ascenso directo, en la quinta plaza de la clasificación.

La alineación azul presentó un par de novedades en relación con el equipo que ganó en Huesca. Sebas Moyano entró en la banda izquierda del centro del campo por Portillo y Alemao fue la referencia en ataque sustituyendo a Fede Viñas. Aunque de inicio los ovetenses manejaban el balón, era algo ficticio, ya que probablemente el jugador que más tocó el balón fue Aarón. Los centrales recurrían al portero, que acababa con un balonazo que pocas veces encontraba destino. El Racing, por su parte, tenía buena parte de la culpa con la presión adelantada que ejercía.

Eso le permitió un robo y un contraataque en el que Arana le ganó la espalda a Dani Calvo, pero al delantero se le escapó el control. Esa acción activó el partido, que empezó a tener algo más de ritmo, mientras se aflojaba el corsé de los marcajes. El balón empezó a rondar las áreas.

Los ovetenses llegaban con más peligro e insistencia. Cazorla dirigía a base de cambios de juego y Hassan hacía sangre a base de velocidad. Alemao dispuso de dos remates que mandó a las manos del portero y alto. Los cántabros tenían bastante con defenderse de las embestidas azules.

El partido estaba bajo el yugo de los carbayones, que encontraban todas las grietas de la defensa cántabra. Ahora el balón si era vertical hacia los dominios de Ezkieta, que empezaba a tener trabajo y algo de sufrimiento. No obstante, el gol de los ovetenses llegó en una acción a balón parado. Un saque de esquina que botó Cazorla lo remató en el segundo palo Dani Calvo de cabeza de forma inapelable. Era el premio a la insistencia de los de Paunovic.

En el tramo final de la primera mitad, el conjunto local siguió amenazando con su principal arma, los balones a la espalda de los centrales. Un par de acciones de ese tipo amenazaron la portería de Aarón, pero al descanso se llegó con la ventaja de los ovetenses.

El Racing salió tras el descanso con la intención de darle la vuelta al partido y consiguió hacerse con el centro del campo. Los ovetenses tenían problemas y, en los diez primeros minutos, vieron la amarilla tres jugadores (Rahim, Sibo y Nacho Vidal), señal de que llegaban tarde.

Los cántabros rozaron el empate en una falta que sacó Michelin y se estrelló en el larguero. Luego despejó David Costas a córner. Los problemas eran evidentes para los ovetenses, por lo que Paunovic realizó los dos primeros cambios. Entraron Seoane y Fede Viñas por y Sibo y Sebas Moyano.

El Racing empató con un lanzamiento lejano de Mario García que pilló a contrapié a Aarón, que además pareció resbalar. La incertidumbre trajo más emoción y nervios que juego. Los dos equipos querían ganar y el balón iba de un área a otra sin descanso y con peligro. Los ovetenses, que en la primera fase del segundo tiempo no llegaron mucho, empezaron a asomarse al área local, aunque sin demasiado peligro.

La precipitación y el cansancio fueron las principales causas de que el partido acabara en empate. El punto no permite a ninguno de los dos equipos acercarse a los puestos de ascenso.