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Desenlace fatal para una afición fiel hasta el final
Un gran ambiente se vivió durante toda la jornada en Barcelona salvo por un incidente con los Mossos en el corteo de los seguidores azules
Tras un mes de los que no se recuerdan en el oviedismo por el gran ambiente entorno al equipo, este domingo la fiesta tuvo el final más cruel posible perdiendo la oportunidad del ascenso a Primera División. La afición azul disfrutó de un buen día, salvo por lo sucedido en el campo. El único incidente fue en el corteo hacia el estadio de los seguidores azules, cuando un grupo de aficionados locales les lanzaron objetos y tuvieron que intervenir las fuerzas policiales.
La jornada empezó pronto para los aficionados oviedistas que a eso de las once de la mañana comenzaron a llegar a la plaza de la Sardana, a algo menos de un kilómetro del Stage Front Stadium. Los siete autobuses de la Aparo llegaron después de doce horas de viaje desde la capital asturiana. A ellos, poco a poco, se fueron sumando otros aficionados, hasta que sobre las tres de la tarde ya eran un millar de seguidores los que se congregaban en el lugar.
Allí se conocía la mala noticia para una treintena de seguidores carbayones, que habían organizado el viaje en avión desde Bilbao. Una hora antes del embarque se les anunció que se suspendía el vuelo por una avería. La única alternativa que se les ofrecía era volar a las once de la noche. Tras presentar la pertinente reclamación tuvieron que regresar a Oviedo.
Por la plaza donde se concentraban los oviedistas pasaron muchas caras conocidas. Los exjugadores Esteban, Cervero, Mossa, Adrián López, Antonio Rivas y también muchos excanteranos. También pasó por allí la concejala de deportes del ayuntamiento de Oviedo, Conchita Méndez, acompañada por el consejero Manuel Peláez y el presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, José Ramón Cuetos Lobo.
A medida que se acercaba la hora del encuentro los cánticos se iban haciendo más frecuentes y atronadores. Seguían pasando por allí conocidos como el periodista británico Sid Lowe o Nacho Blanco, aficionado azul llegado desde China para ver el encuentro.
Altercados antes del partido
El único incidente del día se produjo durante el corteo de los aficionados oviedistas desde la plaza donde habían disfrutado de una jornada tranquila, en algunos momentos también junto a seguidores locales. Sin embargo, al pasar una zona de bares en la que había aficionados 'pericos' comenzaron a lanzar objetos, incluso sillas de las terrazas. Los oviedistas repelieron la agresión con otros lanzamientos y se produjeron varios conatos de pelea. Los Mossos, pese a que inicialmente no tenían muchos efectivos, controlaron el incidente con una pequeña carga y la comitiva siguió hacia el estadio.
Al interior del campo, pese a que el Espanyol remitió unas 700 entradas, accedieron más de un millar de oviedistas repartidos por todas las gradas e incluso por palcos vip alquilados. El resto e aficionados que habían viajado sin entrada siguieron el encuentro en la sede de la peña de Barcelona.