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El pasado lunes se cumplieron dos años del acto de puesta de primera piedra de la ciudad deportiva del Real Oviedo en Latores ... , pero, 734 días después, el club se encuentra en el mismo punto y después de sumar el fracaso de La Manjoya. El Ayuntamiento de la capital insiste en que la nueva instalación esté dentro del concejo y Alfredo Canteli quiere ofrecer al club la opción de ubicarla en unos terrenos junto a los campos Tensi en La Pixarra. La zona, conocida como Montecanales, podría cumplir con los requisitos de metros que persigue la entidad, que asegura no saber nada de esa opción, pero tiene la espada de Damocles de los trámites administrativos que llenan de inconvenientes la idea del alcalde.
El Real Oviedo ha aprendido la lección de las dos iniciativas fracasadas y no hace el más mínimo comentario sobre el futuro de su ciudad deportiva. Todos los interlocutores de la entidad se limitan a repetir de forma machacona el mismo mensaje. «Cuando haya algo concreto se comunicará». La realidad es que el tiempo está pasando y uno de los pilares del proyecto del Grupo Pachuca en España vive constantes demoras, pese a los esfuerzos de los responsables deportivos por sacarlo adelante.
La nueva zona que Canteli se plantea para ofrecer al Oviedo estaría en la zona de los campos Tensi, que ya utilizan las categorías inferiores azules, y también terrenos que están por debajo de éstos y que se prolongan hasta Las Campas. El problema de espacio estaría resuelto, pero no el administrativo. La zona debería pasar por todos los trámites para ser urbanizada, dotarla de accesos adecuados y también contar con la calificación necesaria para ejecutar las obras. Según fuentes consultadas por EL COMERCIO, los plazos no bajarían de los dos años y eso parece un tiempo que el Oviedo tendría complicado de asumir en su plan de desarrollo para el club carbayón.
Los dirigentes oviedistas niegan tener conocimiento sobre este plan y se mantienen a la expectativa de lo que pueda suceder en las próximas fechas. La presencia en Asturias de Jesús Martínez puede ayudar a que la propuesta sea trasladada de forma formal y que el máximo mandatario del conglomerado azteca sea quién tome la última decisión al respecto.
Uno de los grandes temores que tienen los dirigentes del Oviedo es repetir los fiascos de Latores y La Manjoya. En ambas ocasiones, las advertencias recibidas por parte de terceros de las dificultades del desarrollo del proyecto cayeron en saco roto y ahora las medidas antes de tomar una decisión se multiplicarán. Lo complejo de la propiedad de aquellos terrenos y las gestiones urbanísticas que había que acometer encendieron las primeras alarmas que fueron negadas por parte del Ayuntamiento, que abrían la puerta a conseguir permisos parciales en plazos muy cortos de tiempo, pero sin las garantías absolutas del resto. El paso del tiempo acabó por enterrar una idea a la que el Consistorio, en plena precampaña electoral en 2023, intentó sacar el máximo rédito posible y de la que posteriormente se desentendió.
Una finca de las familias Cosmen y Sánchez-Lago fue la segunda opción. La ubicación satisfacía al Oviedo, que estaba dispuesto a renunciar a algunas de las partes de su proyecto inicial para darle cabida en una parcela de siete hectáreas, que era demasiado justa para las pretensiones azules. El club entendió que podía encajarlo todo, pero siempre y cuando todos los permisos estuviesen en regla. Las catas que debían determinar que el terreno estaba libre de materiales peligrosos, después de haber albergado una fábrica de explosivos, mostraron que había restos de pirita y su eliminación suponía unos costes que obligaron a descartar la zona, tal y como adelantó EL COMERCIO el pasado 31 de enero.
Los intereses cruzados de la nueva ubicación volverán a poner a prueba la viabilidad del proyecto. Canteli insiste en mantener la ciudad deportiva del Oviedo en el concejo y el club quiere empezar las obras cuanto antes. Los dirigentes siempre hablaron de disponer de un espacio de entre nueve y diez hectáreas, pero una zona de extensión y que cuente con todos los requisitos legales conformados y con un precio asumible por el club no parece existir a fecha de hoy.
Si finalmente la ciudad deportiva del Oviedo no se puede llevar a cabo en el municipio, Siero y Llanera aparecen como alternativas. Tras el descarte de La Manjoya, la zona cercana a La Morgal se puso en primera línea de candidatos a acoger la instalación. Los terrenos propuestos encajan en cuanto a extensión y también parece que podrían encajar en los parámetros económicos de la entidad. El problema también aparece con los trámites legales. El Consistorio llanerense lleva tiempo intentando que el Principado desbloquee la reserva que había hecho hace más de 25 años de esa zona para la construcción de infraestructuras públicas. Gerardo Sanz, alcalde de Llanera, tiene avanzado el acuerdo para recuperar esos terrenos y que puedan ser destinados a otros usos, pero los trámites administrativos también demorarían el inicio de las obras.
Observando todo desde la distancia sigue Siero. Su alcalde, Ángel García, ya dejó claro al descartarse La Manjoya que no había vuelto a mantener contactos con el Oviedo, pero defendió que su idea era la que más favorecía los intereses azules ya que los terrenos ya contaban con los permisos necesarios y además se podía mantener una parte de las instalaciones del Requexón. El Oviedo mantiene que tiene su proyecto listo para presentar y comenzar a ser desarrollado desde hace más de dos años y tomaron como guía para prepararlo la ciudad deportiva del Club León, llamada La Esmeralda, y que fue inaugurada en septiembre de 2020.
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