«En el último año, algunos intentaron hundirme psicológicamente»

-Tres meses después de dejar el Real Oviedo ¿lo echa de menos?

-Mentalmente aún no he interiorizado mi marcha, aunque sí la he asimilado. Quizás esta ausencia me acompañe hasta el que día que diga adiós a la práctica del futbol porque no creo que exista una ciudad que albergue un sentimiento de pertenencia tan fuerte hacia su equipo y cuya responsabilidad recaiga en uno mismo. Esa sensación es inigualable.

-¿Qué balance hace de los seis años en Oviedo?

-Inolvidables. Esa es la palabra idónea y la única que puede resumir seis años que en el mundo futbolístico es mucho, pero que a mí me han parecido pocos.

-¿Fue duro tener que decir adiós?

-Las despedidas siempre son duras cuando sientes tanto cariño y respeto por parte de la que era tu ciudad y afición, pero estaba claro por los acontecimientos que se produjeron durante el año que mi continuidad no era viable.

-¿Con que se queda de estos años?

-El cariño, el respeto y la gratitud que mostraba la gente hacia mi a diario y ni que decir tiene cada vez que saltaba al Tartiere a calentar y la afición coreaba mi nombre. La gente no llega a ser consciente de lo importante que era sentir eso en un año en el que, por momentos y fueron muchos, intentaron hundirme psicológicamente.

-¿A qué se refiere?

-El peor momento fue cuando tanto Rubén Reyes como José Ángel Ziganda pretendieron sacarme del equipo el día 31 de enero a las 21.30 de la noche creo que ni era el momento ni las formas adecuadas y más cuando las semanas previas se planteaban mi renovación como así le trasladaron tanto a mi agente como a mí.

-Es cierto que las dos últimas temporadas fueron duras en lo deportivo para usted.

-Sobre todo, en la última, vaya por delante que el rendimiento de los centrales fue de lo más destacable y fueron importantes en el devenir de la temporada, de modo que su titularidad esta fuera de toda duda. Dicho esto, creo que las decisiones que deba tomar un entrenador no deben perjudicar al colectivo y las formas deben ser las correctas. En mi caso particular existía una premeditación para no jugar desde el año pasado cuando al inicio de la pretemporada 20-21, Ziganda me dice que voy a ser la tercera opción por detrás de Arribas y Grippo a lo cual yo le contesté que iba acabar como el central con más minutos, como así fue. Tanto le debió golpear el orgullo que un jugador de casi 36 años fuese el que más jugase que a la temporada siguiente en las mismas circunstancias me resaltó que iba a tener de nuevo difícil jugar, a lo que le dije «como el año pasado» a lo cual el me contesto «no lo has entendido, muy difícil» en vista de la situación le expreso que si no se va contar conmigo no quiero ser un problema para el club, además en ese momento contaba con una oferta de 3 años de un equipo 1 RFEF, su decisión era firme de no dejarme salir porque mi labor a nivel de vestuario era importante. A partir de ese momento se dan situaciones desagradables en el día a día de las cuales no era merecedor llegando a decir delante de todo el vestuario «Vergüenza te va a dar estar en la cola del paro el año que viene». Al final viéndolo desde la distancia ha sido una experiencia enriquecedora a nivel personal y que seguro si algún día me da por dar el paso a los banquillos me servirá.

-A pesar de todo lo que dice, la afición siempre estuvo a su lado.

-A la afición solo le puedo dar las gracias por cómo me acogieron desde el primer hasta como medespidieron a pie de campo el último. Creo que fue una sinergia de ambos en la cual nos sentíamos reflejados e identificados mutuamente. Es, a día de hoy, que todavía me mandan algún mensaje miembros de los Symmachiarii diciéndome 'Bolaño uno de noi' ¿que más puedo decir?, solo que aquí tienen a un carbayón más.

-Al final estuvo cerca de despedirse con un 'play off' ¿Por qué no pudo ser?

-Yo aquí lo tengo claro y así se lo traslade al entrenador. No éramos un equipo regular en cuanto a resultados si miras el balance de las 42 jornadas y es la premisa ineludible para estar luchando con los mejores y el otro aspecto tiene que ver con la gestión de la plantilla que no fue la ideal en muchos aspectos y eso obligo a los jugadores a cerrar filas los unos con los otros por el bien común.

-¿Cómo vio la evolución del club en estos años?

-No ha existido una evolución importante en cuanto a inversión en infraestructuras, medios materiales y humanos quizás porque el club entendía que esos esfuerzos económicos tenían que ir destinados a la confección de la plantilla.

-¿En qué cree que tiene que mejorar el club?

-Creo que muchas veces se mira demasiado en la inmediatez de los resultados en vez en una planificación a largo plazo y que económicamente sea sostenible. Creo que el objetivo tiene que ser en un proyecto de crecimiento en todas las áreas económica, deportiva e institucional que posibilite el ascenso a primera y luego su mantenimiento en la elite.

-¿Le gustaría volver algún día?

-Desde el Grupo Carso se me dijo que tenía las puertas abiertas para continuar. Yo se lo agradecí, pero entendía que más allá de la aportación a nivel de vestuario no había hecho méritos deportivos para continuar y sentía que estaba engañando al club si lo hacía. Lo entendió perfectamente y me dejo las puertas abiertas para un retorno en el futuro. Siempre le exprese al Grupo Carso y a la directiva que si algún día el Real Oviedo me necesitase allí estaría. Lo entendieron perfectamente y me dejaron las puertas abiertas.

-¿Qué opina del cambio de propiedad?

-Desconozco las líneas maestras que trae el Grupo Pachuca para instaurar, lo que sí se es que el Grupo Carso no iba cambiar la propiedad a cualquiera y si lo han hecho es porque consideran que pueden aportar en el crecimiento de la entidad. Carso siempre tendrá un lugar importante en la historia reciente del Real Oviedo y a pesar de no lograr el ansiado ascenso ayudo afianzar la posición de la entidad en fútbol profesional con su implicación personal y económica motivos más que suficiente para agradecerles todos.

-El mejor momento lo viví en los derbis. Como el primero no se volvió a vivir algo similar fue irrepetible tras un periodo de ausencia tan largo y la presión que se vivió antes y durante ese partido.