Desescalada | Asturias amplía sus aperturas de negocios en una fase decisiva para su reactivación

Asturias estrenó ayer una nueva fase de la desescalada ya sin franjas horarias que limiten las salidas de casa (eso sí, evitando los dos tramos reservados a los mayores de 70), con centros comerciales abiertos por primera vez en dos meses y medio, mayor oferta hostelera y hasta algún que otro baño en el Cantábrico en el caso de los más aguerridos. Los 20 grados de temperatura que se alcanzaron -e incluso superaron- en buena parte de la región animaron a unos cuantos a disfrutar de ese poco más de libertad que permite la fase 2, en la que desde ayer está el 47% del territorio nacional. La región, una de las que mejor soportó los envites de la pandemia, sigue dando pasos firmes hacia la 'nueva normalidad'.

Sin duda, los hechos más destacados de la jornada de ayer fueron la apertura de centros comerciales y la de algunos negocios de hostelería cuyos propietarios habían preferido seguir manteniendo cerrados porque «para abrir se necesitan clientes», comentó el presidente de la patronal, Otea. José Luis Álvarez Almeida prevé que las aperturas se vayan sucediendo, «porque no podemos abrir los negocios para no ganar dinero», hasta rondar el 60% del total a finales de esta semana.

El Principado aprobó ayer -y hoy entrará en vigor, una vez se publique en el BOPA- ampliar hasta el 50% la ocupación máxima en el interior de los negocios de hostelería, aprovechando ese margen de mejora que permitía a las comunidades el Gobierno central. Desde Otea «aunque lo agradecemos», consideran que la medida «es insuficiente, porque se nos juzga por dos motivos, por los dos metros de distancia y por el 50% de capacidad».

Respetando los dos metros de distancia, con mascarilla y lavado de manos con soluciones hidroalcohólicas se pudo volver ayer a los centros comerciales y comercios de más de 400 metros cuadrados con la restricción también del aforo: del 30% en los espacios comunes y del 40% en el interior de las tiendas. A juzgar por las colas que se formaron en algunos de ellos, como Parque Principado, había ganas de volver. En el centro comercial de Paredes (Siero), la francesa Natasha Estupar guardó cola desde las nueve, una hora antes de la apertura. Quería «dar una vuelta y ver lo que hay. Después de tanto confinamiento tengo muchas ganas de ir de compras».

Ayer fue también el día en que los familiares de personas con grave deterioro cognitivo residentes en centros de mayores de la red pública pudieron visitarles por primera vez. Por prevención, cada residencia organiza una media de entre dos y tres encuentros al día. La fase 2 también permite las reuniones de hasta quince personas -manteniendo la distancia de dos metros-, la apertura de cines y teatros, ir a la piscina o la playa o usar las zonas comunes de hoteles y alojamientos turísticos.