Coronavirus | Asturias contiene el avance del virus en la tercera semana de confinamiento

Asturias pone fin a la tercera semana de aislamiento con un escenario aún incierto y, sobre todo, «bastante impredecible» ante lo que está por venir. Pero con la buena noticia de que la tasa de incidencia del SARS-COV-2, es decir el total de casos confirmados de coronavirus, había vuelto a disminuir ayer. Es la constatación de que «la tendencia decreciente de la curva se mantiene».

Sin confiarse, Asturias puede respirar más tranquila que otras comunidades autónomas. El número de pacientes en la UCI -ayer eran 83- no ha llegado a cifras que pudieran resultar inabarcables y derivar en un colapso de las camas disponibles, riesgo al que sí se han tenido que enfrentar otras regiones. Aquí, además, el tan temido colapso hospitalario se ha conseguido evitar dando un papel protagonista a la red de Atención Primaria en la lucha contra la pandemia. El personal de los centros de salud está realizando un seguimiento diario a más de 5.500 pacientes con síntomas compatibles con el coronavirus que están pasando la enfermedad en sus casas. Solo ingresan los casos más graves.

Desde el 10 de marzo, cuando se dio el alta médica a un joven de Llanes de 32 años que una semana antes se había convertido en el segundo positivo de Asturias -después del escritor Luis Sepúlveda, que permanece en la UCI-, un total de 1.147 personas han conseguido superar la enfermedad.

Las estadísticas pueden tener múltiples lecturas. Por ejemplo, fijarse solo en los datos acumulados no daría una idea del comportamiento de la epidemia porque esa cifra no dejará de subir mientras siga habiendo casos, aunque sea uno solo al día. Pero si en lo que uno se detiene es en los casos activos, esto es, en la cifra que resulta de restar los fallecimientos y curaciones de cada jornada a la cifra total de casos acumulados, el resultado es diferente y, en buena lógica, se observará bastante antes el aplanamiento y descenso de la curva. Pese a aportar datos diarios de nuevos contagios, fallecidos y curados desde el principio de la epidemia, la Consejería de Sanidad no incorporó este dato, el de los casos activos, hasta el pasado 21 de marzo, con lo que se desconoce cuál fue su evolución desde que se confirmó el primer caso de coronavirus en Asturias, el pasado 29 de febrero.

Lo que se ha visto desde el 21 de marzo es que el incremento de casos activos ha ido fluctuando. Con un pico máximo entre el 24 y 25 del mes pasado, la mayor parte de las jornadas que siguieron registraron un incremento de casos activos de en torno a los sesenta diarios. Fue lo que ocurrió hasta el miércoles y el jueves de esta semana, dos días en los que, de repente, se pasó a la mitad de casos.

Dentro de la prudencia a la que obliga la actual situación, el jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta, se atrevió a aventurar el jueves que «podríamos empezar el descenso» en la curva de contagios. El Centro Nacional de Epidemiología, que analiza la evolución diaria de la pandemia con datos remitidos por las comunidades, apuntaba ese mismo 2 de abril en esa línea: Asturias figuraba entre las ocho comunidades autónomas que ya daban muestras de estar frenando la propagación del virus entre su población junto con Cantabria, Extremadura, Murcia, baleares, Canarias, País Vasco y Navarra.

Si bien el viernes la situación empeoró ligeramente en el Principado (con un incremento del 6,2% en el capítulo de nuevos contagios) y 47 casos activos más que el día anterior. Razón para que los responsables de la plataforma de bioestadística y epidemiología del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) insistieran en pedir prudencia. Ayer, los datos avanzados por la Consejería de Salud reportaban un nuevo incremento de casos activos: 53 más que el viernes.

Con todo, la tasa de letalidad -el porcentaje de defunciones entre los casos diagnosticados de COVID-19- en el Principado sigue siendo de las más bajas del país y eso pese a tener una de las poblaciones más envejecidas. Si la media nacional ronda el 8%, en el Principado se sitúa en el 4%.

Junto a la evolución de las cifras de positivos y fallecidos, la mirada de los epidemiólogos se centra en el denominado 'número reproductivo básico' del COVID-19, esto es, el promedio de casos secundarios (contagios) que causa una persona infectada. Ahora está en 1,05 y el objetivo es situarlo por debajo de 1. Asturias ya es la sexta región con un mejor indicador: 0,97.

Además de la evolución esperanzadora de este indicador, el Centro Nacional de Epidemiología revela que cada vez se tarda más tiempo en duplicar el número de positivos: 12,2 días en el conjunto del país, con comunidades como Asturias donde la duplicación de positivos se sitúa por encima de los quince días.